miércoles, 11 de enero de 2012

El topo

3*

 
La última versión de las desventuras de George Smiley (personaje creado por el gran John Le Carré sobre la biografía de Kim Philby), esta vez con un gélido director sueco tras la cámara, Tomas Alfredson, el autor de la sobrevalorada Déjame entrar. A lo largo de su dilatado metraje (127’), Smiley (un sobrio Gary Oldman) debe averiguar cuál de sus compañeros trabaja para el enemigo; es decir, debe encontrar el topo que se encuentra oculto en el seno de su ex organización: los servicios secretos británicos. Para ello, Alfredson construye una narración excesivamente morosa y con varios errores, con un montaje confuso donde se mezclan escenas contemporáneas con múltiples flashbacks, y que va siguiendo a unos personajes aburridos en una trama ambigua que recuerda a una partida de ajedrez pero sin tablero… El topo aprovecha, también, un buen puñado de clichés (tanto temáticos como visuales) extraídos de varias películas de espionaje, como Clave Omega, Scorpio, Los tres días del Cóndor o, especialmente, de la modesta pero absorbente serie de la BBC que, sobre el mismo material, protagonizó Alec Guiness en 1970. Por otro lado, la BSO es soberbia dentro de su sencillez. Sin embargo, el resultado final destaca precisamente por esta mezcla de errores, ambigüedades y clichés, consiguiendo, precisamente, el efecto que pretendía: confundir al espectador con una narración fría sobre un personaje frío que tiene por encargo una misión innecesaria.
 

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