domingo, 30 de noviembre de 2014

Mis 5 imprescindibles de Cecilia Roth:


-       Todo va mal (1984).
-       Un lugar en el mundo (1992).
-       Kamchatka (2002).
-       Otros días vendrán (2005).
-       Matrimonio (2013).


sábado, 29 de noviembre de 2014

The Town That Dreaded Sundown (Aka Terror al anochecer)

3*

Una de las joyas del terror de los años setenta (no confundir con su horrible remake), The Town That Dreaded Sundown es el Alma Mater de casi todos los slasher posteriores (especialmente de La noche de Halloween, Viernes 13, The Burning y Scream). Dirigida con pulso firme y las ideas claras por Charles B. Peirce, el autor de The Evictors, el film explota con contundencia y efectividad los hechos reales sobre los que se basa la historia, ocurridos en 1946, para componer un thriller con elementos del cine de terror, elementos que venían siendo explotados por el manido giallo de la época. Una voz en off va guiando al espectador por la trama, a la vez que va describiendo el clima de paranoia en el que van cayendo los habitantes de Texarkana, una pequeña ciudad de Arkansas que está siendo acosada por un psicópata enmascarado. De tan cruel que es el serial killer y de tan pocas pistas que tienen los policías locales, las autoridades municipales se ven obligadas a llamar al Capitán Morales (un espléndido Ben Johnson). Sin llegar a la crudeza y experimentación de la previa La matanza de Texas, esta producción del Cormaniano Samuel Z. Arkoff es un prodigio del horror y la tensión, especialmente por las escenas en las que aparece el asesino, aunque las escenas de humor con las que se salpica la trama son francamente horripilantes. Por cierto, Zodiac tiene aquí un claro precedente.

Rumores de guerra (Aka The Fog of War)

2.5*

Documental sobre el ex secretario de estado USAmericano y ex presidente del Banco Mundial, el controvertido Robert S(trange) Macnamara. Como la figura de Zelig o la de Henry Kissinger, Macnamara aparece como un político de contundente inteligencia pero de dudosa moralidad. Sin embargo, el empresario y político californiano, a sus 85 años de edad, se dedica a ofrecer 11 consejos para interpretar correctamente el mundo. Ahí es nada. Aunque, eso sí, desde una perspectiva republicana. Lo curioso del título de este film es que hace referencia a una situación ambigua y neblinosa que suele ser la característica compartida de muchos de los implicados en operaciones militares. Es decir, la ignorancia ayuda a la maquinaria de guerra. Debido a que el director, Errol Morris, deja hacer al entrevistado de su capa un sayo, el documental se resiente en varios aspectos pero es interesante su visualización por su naturaleza testimonial: The Fog of War es el testimonio viviente de uno de los grandes cínicos del siglo XX. Se aconseja disfrutar en compañía del telefilm sobre la crisis de los misiles en Cuba, The Missiles of October, de 1974 y dirigido por Anthony Page.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Dune (versión especial)

4*

Como varios directores outsiders y del fantastique antes y después de él, el éxito de Eraserhead y El hombre elefante permitió a David Lynch ser tentado por los mefistofélicos estudios de Hollywood, en este caso para llevar adelante un proyecto sobre el que Alejandro Jodorowsky llevaba años trabajando: la adaptación de la novela de Frank Herbert. Sin embargo, la inversión de Dino y Raffaella De Laurentis, tras su éxitoso Conan el bárbaro, no se vió recompensada, ni con la taquilla ni con la crítica, que le dieron la espalda al film. En este sentido, Dune cuenta con un diseño de producción majestuoso y no del todo desfasado (obra del artífice de 2001: una odisea del espacio), que resulta coherente con la intención simbólica de la película (cada casa imperial tiene su propio mundo estético, por ejemplo). Por otro lado, y aunque sea realmente difícil adaptar toda la complejidad de la novela original, la película ha sobrevidido bastante bien al paso del tiempo y se yergue como uno de los clásicos contemporáneos del género, especialmente en la versión especial de 190’ (es decir, en la versión que tiene casi una hora más de metraje respecto del estreno comercial original). La dirección de Lynch se enmarca en el desarrollo de su propio mundo aunque rinde homenaje a varias de las metáforas y de las obsesiones propias de la época (la crítica del militarismo y del industrialismo, la preocupación ecológica o misticismos new wave). Dune cuenta con la fotografía de una pequeña institución del género fantástico europeo, Freddie Francis, y con la música de Toto. En definitiva, ciencia ficción shakesperiana, de tintes milenaristas, con una estructura similar a la del folletin decimonónico y un reparto espectacular: Kyle MacLachan, Silvana Mangano, Max von Sidow, Jürgen Prochnow, José Ferrer, Brad Douriff, Sting, Patrick Stewart, Sean Young, Dean Stockwell, Linda Hunt, Virginia Madsen, Kenneth MacMillan. Aunque, en su contra, hay que llamar la atención sobre ciertos efectos especiales, una cierta morosidad rítmica y varias concesiones comerciales. Dos años después de Dune, Terciopelo Azul consagró el talento del director a la vez que popularizaró su torturado mundo, un mundo retorcido tanto visual como moralmente aunque con sólidas raíces en la realidad del American Way of Life. ¡Qué casualidad!

lunes, 24 de noviembre de 2014

Salvar al soldado Ryan

2.5*

Tras el desembarco de Normandía, un escuadrón del ejército USAmericano debe infiltrarse en terreno Nazi para poner a salvo a un soldado. Tras esta misión intrascendente se esconde una de las producciones más absurda e injustamente sobrevaloradas de toda la filmografía del irregular Steven Spielberg. En el plano moral, la película queda definida perfectamente por su introducción y por su epílogo, rodado a la manera del que cerró La lista de Schindler y con su mismo espíritu: entroncar el pasado con el presente, aunque se haga de una forma superficial, patriotera y acrítica. Por otro lado, sorprende la forma con la que la mayoría de los personajes matan, mutilan y arrasan a todo tipo de enemigos, sin dudar y sin sufrir emoción alguna. Este aspecto también podría ser reprobable. En el plano estético, el metraje sorprende por su uniforme regularidad. Pero es que, además, en el plano narrativo, Spielberg va sobresaltando, aturdiendo y aburriendo al espectador, casi a partes iguales. Es verdad que la primera escena es impresionante (los primeros 10-12 minutos) pero también es verdad que una película no es mejor por un nivel feroz de hiperrealismo sangriento. En este sentido, es un defecto del espectador medio y no un acierto del film el hecho de que sorprendiera por su crudeza en la representación de la guerra. Por otro lado, dicha crudeza solo parece afectar a la carnaza narrativa porque muchos de los personajes de la trama van sobreviviendo a mil y una peripecias militares insignificantes, que no tienen más interés que el de que el espectador vaya comprobando la influencia que ha tenido esta cinta en el desarrollo de varios productos de entretenimiento en la era del simulacro (videojuegos como Medalla de honor: ¡qué casualidad!). En definitiva, una visión hipervitaminada de la II Guerra Mundial que solo te atrapa cuando te escupe sangre a la cara con el sonido seco de los disparos de fondo.
 

domingo, 23 de noviembre de 2014

Verano en Louisiana (Aka The Man in the Moon)

3.5*

A finales de los cincuenta, uno de tantos veranos Baby Boom cae sobre la granja de la familia Trant, situada en una zona rural de Lousiana. Pero este verano será especial porque la pequeña Dani Trant (interpretada por una primeriza Reese Whitherspoon) se dispone a cotillear, con su aún infantil corazón, en el mundo de los adultos, por lo que conocerá algunas de sus alegrías y algunas de sus penas. Última línea del maravilloso testamento cinematográfico de su director, Verano en Lousiana constituye una conmovedora y nostálgica historia en la que tres jóvenes descubren el amor y se adentran con él en el mundo de las pasiones. Con un elemento trágico inesperado, la película discurre por caminos ya transitados, incluso telefílmicos, pero lo hace con la elegancia y la buena labor tras la cámara del director de la también hermosísima Verano del 42. Como complemento a la función, se puede disfrutar de las siempre solventes interpretaciones de Sam Waterston, Tess Harper, Gail Strickland y Jason London (casi también de estreno), de una BSO maravillosa así como de una radiante fotografía de Freddie Francis. Una película redonda, dentro de su humildad. Una película fresca, dentro de sus múltiples afinidades. Una película, en definitiva, de Robert Mulligan.



miércoles, 19 de noviembre de 2014

Los renegados del diablo (Aka The Devil's Rejects)

2*

Continuación en toda regla de las aventuras y desventuras de la familia Firefly, una mezcla siniestra de freaks y bellezas criminales encabezada por el Capitán Spaulding (un apelativo extraído del clásico de los Hermanos Marx, Animal Crackers). Es decir, segunda parte de la agrestre La casa de los mil cadáveres. Con una estética con la que Rob Zombie pretende inmortalizar a los setenta (como volvería a hacer en Halloween, el origen), en realidad, la película se muestra deudora de la estética y la ética de La matanza de Texas y de varios mitos de la USAmerica profunda, desde los rednecks hasta el banjo, desde The Sadist hasta Buffalo Bill (versión Jonathan Demme, por supuesto), desde Las colinas tiene ojos hasta John Dillinger. En este sentido, todo el producto destaca por su escasa personalidad. Además, tanto la historia como los personajes son deleznables, lo cual no es, de por sí, una razón de crítica pero sí cuando la historia se transforma en una sucesión de salvajadas, mediocridades y sinsentidos, con una evidente ausencia de intensidad dramatica. En este caso, el espectador esconde su mirada bajo sus párpados y comienza a recordar la obra maestra de Tobe Hopper.  

martes, 18 de noviembre de 2014

Perdida (Aka Gone Girl)

3*

Perdida podría ser definida como El proceso Paradine actual: un juego de luces y de sombras entre un hombre y una mujer, con la policía, la sociedad y la justicia de por medio. Como la obra de Hitchcock, Perdida se sostiene con el característico alarde técnico del director así como con su exquisito groove narrativo, a lo que Fincher añade esa atracción y querencia por el mal, por la crueldad, por la imp of perversity, todo ello volcado, como un pianista drogodependiente, sobre las teclas de la institución matrimonial y sus aledaños (la seducción, la conquista, la vida marital, el ego en pareja, el sometimiento, la familia, etc.). Todos estos elementos, junto con una despiadada y sutil crítica de los mass media y de la sociedad del espectáculo (las apariencias como sustituto de la realidad), componen un thriller memorable, y un tanto highsmithiano, que coquetea con el melodrama, con el telefilm y con la comedia negra. Pero también es un puzzle. Un puzzle que es igualmente un pequeño laberinto. De ahí viene, quizás, el final. No hay final. No puede haberlo. Como en Zodiac. No por casualidad, al comienzo del film se puede ver, en la casa de Ben Affleck, un libro de Piranesi. Por otro lado, aunque el casting no sea nada del otro mundo, la película tiene algún que otro latigazo de violencia rabiosa y muy, muy gráfica, que sorprenderá al espectador, como alguno de los que tenía ese extraño film que fue El placer de los extraños, de Paul Schrader.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Mis 5 películas imprescindibles de los setenta a recuperar:


-       Yo vigilo el camino (1970).
-       La ofensa (1972).
-       Salvad al tigre (1973).
-       Alerta: misiles (1977).
-       Un día de boda (1978).


viernes, 14 de noviembre de 2014

Capricornio Uno

3*

Tras el escándalo del Watergate (narrado en Todos los hombres del presidente) y en plena moda del cine de Ciencia Ficción y de catástrofes (Star Wars, Aeropuerto), Peter Hyams estrenó esta película sobre una conspiración nacional para amañar una misión tripulada a Marte, como muchos consideran que pudo ser la presencia del hombre en la Luna en 1969: un montaje Hollywoodiense. El film, protagonizado por un James Brolin post Westworld, Sam Waterston y O.J. Simpson, cuenta con el omnipresente pero coyuntural Elliot Gould así como con un nutrido grupo de característicos (Brenda Vaccaro, Telly Savalas, Karen Black), entre los que destaca el siempre acertado Hal Holbrook. Si bien la producción comienza como una película de Sci-Fi clásica, rápidamente se da paso a una trama de política ficción en la línea de Hangar 18. Plano a plano, la historia avanza a través de un ritmo sosegado pero seguro, como de otra época, en el que cada escena está bien engarzada con la anterior y con la siguiente, por lo que el ritmo y la tensión se va llevando con mano firme hasta la segunda parte del film, donde el guión da un vuelco y todo se transforma en una survival movie, llena de persecuciones y tiroteos. A propósito, algunas escenas de vuelo son francamente memorables. En definitiva, un auténtico “paranoid thriller of the space age”, tal y como escribe John Kenneth Muir, muy disfrutable y dignamente ejecutado.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

El anacoreta

3.5*

El ayudante de dirección Juan Estelrich March se estrena como largometrajista con esta curiosa cinta escrita, mano a mano, con el gran Rafael Azcona. El guión es de lo más estrafalario y costumbrista pero, como todos los trabajos del riojano, está lleno de referencias literarias, histórico-políticas, sociológicas y culturales de la época. Incluso hay alguna escena "destapada". Fernando (Fernán Gómez) Tobajas vive recluído en el baño de su casa como un anacoreta de la antigüedad. Un día, recibe la visita de una mujer que ha encontrado, en Capri, uno de los mensajes que envía por el desagüe, cual náufrago en una isla desierta, mediante unos tubitos de aspirinas. La susodicha visitante será como una de las sirenas de Odiseo o como uno de los “visitantes” de San Antonio: una tentación que mediante la belleza, la juventud, la lujuria o la riqueza, tiene la misión de que abandone su absurda vida, su chándal y su singularidad existencial. La película puede tener varias lecturas y una de ellas podría ser una metáfora de la filosofía, de la creación o de la vida contemplativa (incluso una alegoría de las clases ociosas), actividades todas que se basan en el esfuerzo material de otras personas. Por su parte, debido al limitado espacio, la puesta en escena es maravillosa, de una sabiduría ejemplar: no aburre, no cansa y siempre sorprende por sus inteligentes soluciones. Además, el film tiene 2 o 3 planos de una arriesgada y moderna ejecución. Finalmente, los actores están especialmente convincentes y graciosos, dentro de su triste condición, aunque algunas voces están dobladas. En definitiva: una producción realmente original, aunque similar a otras obras de Buñuel o de Berlanga.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Vidas Borrascosas (Aka Peyton Place)

3.5*

Michael Rossi (Lee Philips), un humilde profesor, recala en Peyton Place, una pequeña ciudad de Nueva Inglaterra, donde poco a poco irá descubriendo un mundo oculto y reprimido de alcoholismo, incesto y escándalos de todo tipo. Todo ello falseado, además, por las reglas de juego de las apariencias pequeñoburguesas, propias de una sociedad que tiene como norma de comportamiento la doble moral (como en Picnic). Si Douglas Sirk es el mejor retratista de las frustraciones de la clase media USAmericana de los cincuenta y Elia Kazan lo es de los fracasos de la clase trabajadora, Vidas Borrascosas podría ser la síntesis perfecta de ambas perspectivas, si bien se remonta a unos EE.UU. anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Desde este punto de vista, podría ser considerado el melodrama perfecto. No obstante, el casting no es del todo convicente y algunas de las subtramas se retuercen demasiado. En todo casi, lo que sí que no encaja de ninguna de las maneras es el happy end final, absolutamente contradictorio con todo lo mostrado (salvo desde el punto de vista de la estrategia de la voz en off de la narradora). Sin embargo, dicho final sí que es coherente con la finalidad del género: producir una catarsis en el espectador por pura y simple complacencia y no por una identificación crítica con los personajes, como en la tragedia clásica. Por su parte, Mark Robson parece estar rodando una película a través de contínuas estampas dibujadas por Norman Rockwell, ya que la USAmerica que destripa es la que Rockwell intentó retratar. Hay una una segunda parte, ambientada varios años después y bajo los efectos de la novela de la narradora de la versión original (aunque no con todos los actores originales: ni con Lana Turner ni con Lee Philips, por ejemplo). Además, se realizó una serie de TV durante la década de los sesenta, inaugurando el mundo del folletín televisivo en el país de las barras y estrellas.

sábado, 8 de noviembre de 2014

El club de los cinco (Aka The Breakfast Club)

3*

Por razones diversas y nunca explicitadas, 5 adolescentes son castigados a pasar un sábado completo en la biblioteca del colegio. A lo largo de las horas que van a compartir, todos ellos descubrián algo de sí mismos y de los demás, con lo que el castigo se convertirá en una experiencia educativa. Con ese espíritu gamberro típico de John Hughes, el director, y sorteando varias de las convenciones típicas de las comedias estudiantiles de la época (como señala Thomas Christie), El club de los cinco aparece como uno de los mejores estudios sobre la juventud de la ultraconservadora década de los ochenta, una juventud que tenía como totems a las apariencias, a la competitividad y al materialismo. Es decir, una juventud que adoraba los valores propios de los adultos de la época (aunque lucharan por no ser así), lo cual demuestra lo bien que funciona el sistema educativo, en su conjunto, a la hora de asegurar la continuidad de toda una forma de vida. Actores fetiche del momento y un tema icónico de los Simple Minds encumbraron al film a los altares de la comedia juvenil USamericana. En todo caso, una película más profunda de lo que parece pero más superficial de lo que mucha gente cree.