jueves, 31 de enero de 2013

Mis 5 imprescindibles de Kathryn Bigelow:


-       Los viajeros de la noche (1987).
-       Le llaman Bodhi (1991).
-       Días extraños (1995).
-       K-19: The Widowmaker (2002).
-       Zero Dark Thirty (2012).




lunes, 28 de enero de 2013

R.O.T.O.R.

1*

Muy mediocre producción de ciencia ficción (aunque con más ficción que ciencia) y que temáticamente se sitúa entre Robocop y Terminator, aunque sin el talento ni los medios de ninguna de ellas. Y, por supuesto, sin sus resultados artísticos. Rodada en Dallas, la película fue estrenada a finales de la ultraconservadora década de los ochenta. Veámos algunos de sus logros: el guión y los diálogos son absurdos y torpes; las interpretaciones, muy mediocres; la capacidad narrativa brilla por su ausencia (algunas escenas son muy largas y otras muy cortas); la música es francamente irritante; los efectos especiales, de saldo; y, la acción, conseguidamente demencial. Lo mejor del producto es, sin duda, el cartel anunciador.


domingo, 27 de enero de 2013

Vértigo (De entre los muertos)

4.5*

A mediados de los ochenta, se recuperaron 5 de los mejores logros cinematográficos de Alfred Hitchcock. Entre estas famosas 5 obras perdidas estaba La ventana indiscreta. Otra de ellas era Vértigo. Los reconocidos escritores de literatura criminal Boileau y Narcejac escribieron la novela sobre la que el horondo director rodó esta fascinante historia de amores y obsesiones condenados: D'entre les morts. El argumento se centra en la historia de Scottie (James Stewart), un detective retirado al que un antiguo compañero de universidad le pide el favor de que investigue el extraño comportamiento de su mujer (Kim Novak). Con un erotismo constante y un marcado regusto fantástico (que se nota desde el diseño del vestuario hasta las localizaciones, la música y el uso del color), el maestro inglés consigue engañar y perturbar al espectador moviendo a los personajes por un San Francisco onírico, casi quimérico. Además, llega a crear esa sensanción de vértigo, la misma que sufre el protagonista. Dicho efecto se consiguió mediante el famoso contra-zoom de Irmin Roberts. Una película neblinosa y cautivadora, que ha influido con decisión en parte del cine posterior. Fascinación, de Brain De Palma, es una buena muestra de ello pero incluso en Hermanas, Una historia perversa o Arma Letal 4 se puede apreciar la sombra de Vértigo. Sin embargo, por poner dos pegas (junto a los habituales errores de continuidad), igual el casting no fue del todo adecuado porque ni James Stewart ni Kim Novack resultan absolutamente convincentes ni entregados. Por otro lado, vistas ahora, algunas escenas resultan un tanto kitsch (como la del sueño). Finalmente, el personaje de Stewart, al no poder dejar atrás el pasado de una relación amorosa muy intensa pero breve, demuestra ser una mezcla no del todo atractiva de asexualidad patológica, fetichismo necrófilo y, por supuesto, obsesión emocional







jueves, 24 de enero de 2013

Barry Lyndon

4*

Adaptar la novela picaresca de Tackeray, Memorias de Barry Lyndon, Esquire, parecía una arriesgada empresa que, finalmente, el director USAmericano Stanley Kubrick acometió con decisión y bastante acierto, si bien con una cierta simplificación (especialmente del personaje protagonista, que en la novela era reaccionario y cínico) y bastante distancia emocional. Durante varios años, Kubrick fue desarrollando un guión, que tardaría en rodar y en montar aproximadamente dos años. La historia, similar a un proyecto que quiso rodar sobre Napoleón (a quién el director admiraba por su racionalidad y perfeccionismo), permitía una narración prolija en aventuras y situaciones así como en vestuario y localizaciones (ya que los decorados estuvieron prohibidos en toda la película). De hecho, la dirección artística es una de las maravillas del film, como en Los duelistas, película con la que guarda bastantes similitudes. Sin embargo, hay que constatar que sin las partituras de Rosenman algunas de las escenas no hubieran funcionado correctamente porque resultan excesivamente frías. Por otro lado, la dirección abusa de un recurso cinematográfico, repetido varias veces, para bidimensionalizar el espacio: una estampa enfocada en un plano medio que, con un zoom inverso (para atrás), se abre a un plano general o, incluso, a una panorámica (como ya había hecho en La naranja mecánica). De este hecho proviene el carácter pictórico de buena parte de la película. Al contrario de lo que se suele afirmar, además de lentes especialmente diseñadas para captar la iluminación de las velas, John Alcott contó también con iluminación artificial para las escenas nocturnas y de interior, renunciando a varias capas de profundidad en el campo visual




miércoles, 23 de enero de 2013

Si no amaneciera

3.5*

Georges Iscovescu (Charles Boyer), un antiguo gigoló, es ahora un inmigrante rumano que está esperando en un pueblo de la frontera de México (Tijuana) para entrar legalmente en USAmérica. Un día, su antigua compañera de baile (Paulette Goddard) le encuentra y le sugiere la idea de que se case con una profesora (Olivia de Haviland) para adquirir la nacionalidad. Sobre esta premisa, Mitchell Leisen rueda una emotiva historia acerca de los sueños dispares de un hombre (atrapado por su pasado) y de una mujer (atrapada por su presente) que, para nuestro regocijo, acaban confluyendo. Toda la película está narrada a través de un flash back que el propio protagonista cuenta de viva voz a un director de cine (el propio Leisen), en pleno rodaje con Veronica Lake y Richard Webb, y al que le está intentado vender la historia de su vida, una artimaña narrativa que recuerda a la de El crepúsculo de los dioses. No por casualidad, el guión es del tándem Brackett-Wilder. El final, que recuerda a la obra maestra de Rosselini, Te querré siempre, es de una modernidad aplastante, por su juego con la elipsis y porque evita hacer caer el desenlace en ese pozo de la ridiculez melodramática que tanto hemos sufrido como espectadores. La música de Victor Young ayuda a que todo esté en su sitio.



martes, 22 de enero de 2013

La casa de las ventanas que ríen

3*
Bizarro y absorbente giallo de Pupi Avati, un director relativamente desconocido pero con una buena paleta de historias en su haber. La película es de 1976 y gira en torno a las investigaciones del protagonista en un pequeño pueblo cerca de Ferrara, en el Delta del Po. Ha sido contratado para restaurar un fresco sobre el martirio de San Sebastián, obra de un insólito pintor local que vivió atormentado por la agonía de la muerte y sus efectos. Sin embargo, extraños sucesos le pondrán sobre la pista de un terrible secreto. Avati rueda un malsano y escabroso thriller, sucio y desconchado, teñido con los colores ocres del mundo rural y bajo la influencia de una concepción explícita de la pulsión sexual. Y lo hace con una inusitada pericia cinematográfica y una osada concepción del movimiento de cámara, de una riqueza y variedad admirable (ojo al travelling circular con espejos). De evidentes conexiones con la escuela terrorífica italiana (pensemos, por ejemplo, en el surrealista giallo de Giulio Questi), el film puede ser emparentado, también, con The Wicker Man y, especialmente, con el mundo de David Lynch, poblado de personajes raros, extravagantes, que normalmente ocultan su truculencia debajo de una falsa capa de normalidad. Finalmente, la película brota como un producto heterodoxo y desasosegante, como ha escrito Roberto Cueto en El giallo italiano. Por otro lado, y aun riesgo de parecer superficial, también recuerda a ese experimento literario de Gustave Flaubert que fue La tentación de San Antonio.



lunes, 21 de enero de 2013

Winter's Bone

3*


La joven Ree Dolly (Jennifer Lawrence) debe hacerse cargo de sus hermanos y de su enferma madre. Además, recibe el aviso de que si su padre, un pequeño traficante recién salido de la cárcel, no se presenta ante el juez, la familia perderá la casa. Entonces, Ree deberá explorar el ambiente criminal en que se mueve su padre para averiguar donde se encuentra. Sobre una estructura de Thriller (como en Brick) y en un ambiente que es puro Western (como en Frozen River), Debra Granik construye una historia directa de pura supervivencia, cine social y cine noir a partes iguales (como la australiana Snowtown) y con unas interpretaciones antológicas, repletas de contención y credibilidad (particularmente la de la protagonista y la de John Hawkes). Y eso que muchos de los actores no son profesionales. Además, Granik sabe dejar el espacio que necesitan los personajes (la cámara se mantiene en un respetuoso segundo plano) y el tiempo y el ritmo que requiere la trama, como en su anterior drama sobre la drogodependencia, Down to the Bone. El film se desarrolla en los Ozarks de Missouri, una de las zonas más miserables de la USAmérica rural, saciada de una pobreza y una indigencia redneck (como la de Ohio y tantos otros lugares), que ya ha sido retratada en múltiples historias Indie, como en Gummo, de Harmony Corine, en la gran Southern Literature que va de Faulkner a Cormac McCarthy, o en esas crónicas descarnadas pero empáticas de Joe Bageant. El retrato se completa con un poco de bluegrass, unas gotas de country, algo de speed, violencia, el despellejamiento de una ardilla, mucho lenguaje sucio, banjos y un happy ending que no termina de funcionar. 


jueves, 17 de enero de 2013

Django Unchained (Aka Django desencadenado)

3.5*

Como decía David Bordwell, después de ver una película, la gente tiene la costumbre de hablar sobre ella. Y, si se ha visto en grupo, normalmente se continúa con un debate sobre las virtudes y los errores de la película en cuestión. Evidentemente, en el caso de la última película de Quentin Tarantino, el debate sigue abierto y las razones para ensalzarla o para criticarla todavía se esgrimen entre entendidos o entre simples espectadores. Y no es para menos. Django Unchained tiene la suficiente sustancia filosófica y moral para suscitar todo tipo de discusiones. El guión, escrito por el propio Tarantino, se sumerge con audacia pero sin frivolidad en el USAmericano y esclavista Sur de finales del siglo XIX para contarnos una historia de venganzas con pretensiones míticas. La historia, llena de acción, diálogos ingeniosos, humor, violencia de videojuego, varias interpretaciones memorables y diversos giros dramáticos, se sostiene sobre una labor de dirección y de montaje apabullante. Se nota que The Weinstein Company se vuelve a jugar el resto. Sin embargo, una vez más, son los aspectos fílmicos y visuales los que destacan especialmente (por ejemplo, la imagen de sangre salpicando el algodón posee una fuerza poética arrolladora). De hecho, la cinefilia del director de Tennessee, en concreto, aflora por cada poro de la película, enlazando Western europeo (Sergio Corbucci), Western blaxploitation (Fredd Williamson), mondo (Adiós tío Tom) y elementos del subgénero Southern (a la cabeza del cual podría estar El seductor, una de las obras maestras de Don Siegel) en un todo absolutamente disfrutable aunque, a la postre, no del todo satisfactorio. En el sentido de que, aunque Tarantino apunte alto, no consigue sorprender como lo hizo con Pulp Fiction, donde el contenido de la forma estaba más pulido, era más cotidiano y, por tanto, el producto final era más convincente. En todo caso, como segunda parte de una trilogia que podría comenzar con Malditos bastardos, resulta una gozosa y muy tarantiniana parodia, convenientemente apostmodernada, a diferencia de su Jackie Brown, en la cual la valentía artística de Quentin terminó por imponerse frente a la simple repetición de su exitoso estilo previo. 




martes, 15 de enero de 2013

Mis 5 calamidades cinematográficas imprescindibles del 2012:


-       American Warships (Thunder Levin).
-       John Carter (Andrew Stanton).
-       Jack y su gemela (Dennis Dugan).
-       En la mente del asesino (Rob Cohen).
-       La cripta de las condenadas (Jess Franco).




La vida en un hilo

3*

Un año después de la conocida adaptación de la obra de Carrere, La torre de los siete jorobados, Edgar Neville estrenó La vida en un hilo. Cuenta la historia de Mercedes (Conchita Montes), que conoce en un tren a una vidente que le explica cómo hubiera sido su vida si en vez de casarse con Ramón (que acaba de morir), se hubiera casado con Miguel, al que se encuentra en Madrid en una tarde de lluvia. Pero en vez de subirse a un taxi con él, conoce inmediatamente a su futuro marido, Ramón (Guillermo Marín), un miembro de la alta burguesía del país, a la que la mirada de Neville trata con mordacidad y sentido crítico. La revelación implica que en vez de una vida convencional y simplona al lado del tal Ramón, constructor de puentes, Mercedes hubiera podido llevar una vida más alegre, feliz y satisfactoria, al lado de Miguel (Rafael Durán, el Charles Boyer español), ingenioso y artista. Simpática y ligeramente ácida comedia a la española donde Neville, el más hollywoodiense de nuestros directores de la época, construye una narración que va saltando, del pasado al presente y de la realidad a lo que hubiera podido ser, con maestría y ritmo, aunque el happy end es de lo más inverosímil. Gerardo Vera y Peter Howitt rodarían, bastantes años más tarde, dos especies de remakes con Una mujer bajo la lluvia y Dos vidas en un instante, respectivamente.



lunes, 14 de enero de 2013

Diabolik

3*

Mario Bava en estado POP. Diabolik (John Phillip Law), un ladrón que podría ser de guante blanco si no fuera por su despreocupación por las vidas ajenas, en la línea de Fantômas, está enamorado profundamente de su bella partenaire (Marisa Mell), y se dedica a robar todo cuanto se le pasa por la imaginación (dinero, joyas), llevando de cabeza al cuerpo de policia y a las autoridades de un país indeterminado. El mundo del hampa se pone de acuerdo con el Inspector Ginko (Michel Piccoli) para frenar los pies de Diabolik, con lo que se multiplican los problemas para nuestro anti héroe. Mario Bava dirige una película que es absolutamente pop(ular) por varios motivos: por la configuración de los personajes (ese Arsenio Lupin con elementos de The Mask, de James Bond y de Batman), por la estructura de la trama (comprensible como una canción de Christy o de Beastie boys), por una planificación y un montaje más cerca del strip cartoon que del cine convencional (no por casualidad, el film está basado en un exitoso cómic italiano de las hermanas Giussani), por su sofisticado erotismo y, finalmente, por una concepción estética excesivamente cercana a varios modelos de uso corriente en determinados subgéneros (en este sentido, por ejemplo, el diseño de producción, sesentero, está francamente alejado de la realidad, por su colorismo, naturaleza kitsch y espíritu psicodélico, con en algunas películas de la saga Bond o similares). Sin embargo, Bava no termina de acertar con el ritmo de la historia, que está lastrado por algunos puntos muertos y bajones, pero sí con el hecho de incorporar al producto una capa de subversión, lo que tumba de inicio todas las críticas que tachan de frívolo al film. Por otro lado, el final acierta tanto por su indefinición como por subrayar un elemento sobrenatural que, hasta ese momento, solo se había sugerido.




The Collector

2.5*

Versión hiper violenta, hiper cruel e hiper sangrienta de El sótano del miedo mezclada con la saga Saw y con La habitación del pánico. No por causalidad, el director es el guionista de buena parte de la saga de Jigsaw. Una película de terror muy efectista y cuasi sobrenatural, llena de trampas y errores que, sin embargo, consigue desasosegar un tanto al espectador con su, por momentos, conseguida mezcla de thriller y horror. Las intepretaciones son de lo más normalitas, tiene los diálogos justos y el montaje, por momentos, es un tanto caótico. El acierto fundamental de la película, sin embargo, es el juego del ratón y del gato entre el asesino y la víctima, un juego que te puede mantener en vilo buena parte del metraje. Aunque mejor sería hablar de los movimientos desesperados de una mosca en la tela de una araña. Unos ojos inhumanos, furtivos, inexpresivos, de un negro insensible y profundo, junto con la máscara retorcida del sádico criminal, hacen el resto. De hecho, el criminal es muy efectivo por su naturaleza híbrida: a un típico psychokiller slasptick se le unen las cualidades de Máquina, el perverso criminal de Asesinato en 8mm, y de Bufallo Bill, de El silencio de los corderos. En 2012, el director, Marcus Dunstan ha estrenado una secuela por todo lo alto y similares logros, The Collection, con más sangre y más personajes.