martes, 15 de enero de 2013

La vida en un hilo

3*

Un año después de la conocida adaptación de la obra de Carrere, La torre de los siete jorobados, Edgar Neville estrenó La vida en un hilo. Cuenta la historia de Mercedes (Conchita Montes), que conoce en un tren a una vidente que le explica cómo hubiera sido su vida si en vez de casarse con Ramón (que acaba de morir), se hubiera casado con Miguel, al que se encuentra en Madrid en una tarde de lluvia. Pero en vez de subirse a un taxi con él, conoce inmediatamente a su futuro marido, Ramón (Guillermo Marín), un miembro de la alta burguesía del país, a la que la mirada de Neville trata con mordacidad y sentido crítico. La revelación implica que en vez de una vida convencional y simplona al lado del tal Ramón, constructor de puentes, Mercedes hubiera podido llevar una vida más alegre, feliz y satisfactoria, al lado de Miguel (Rafael Durán, el Charles Boyer español), ingenioso y artista. Simpática y ligeramente ácida comedia a la española donde Neville, el más hollywoodiense de nuestros directores de la época, construye una narración que va saltando, del pasado al presente y de la realidad a lo que hubiera podido ser, con maestría y ritmo, aunque el happy end es de lo más inverosímil. Gerardo Vera y Peter Howitt rodarían, bastantes años más tarde, dos especies de remakes con Una mujer bajo la lluvia y Dos vidas en un instante, respectivamente.



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