domingo, 6 de enero de 2013

Solo ante el peligro

4*

Estupendo Western del gran Fred Zinnemann sobre una historia que ha sido imitada hasta la saciedad, desde Clint Eastwood hasta Sergio Leone, y que funciona también como una sutil alegoría de la caza de brujas alentada por el senador McCarthy. De hecho, el guionista fue un uncooperative witness, el ex miembro del Partido Comunista de los EE.UU., Carl Foreman. Entre las características más importantes del film, hay que destacar su concrección narrativa, la profundidad psicológica de varios personajes, el excelente uso de unos diálogos prudentemente escritos y, sobre todo, un conseguidísimo dominio del pulso narrativo y del tiempo, debido a la precisa labor del montaje. La película se desarrolla en tiempo real y causa la sensación de que la espera del tren en el que va a llegar al pueblo el enemigo de Gary Cooper dura exactamente lo mismo que la propia película. Hay un par de escenas que también han inspirado a muchas cintas del género. Por ejemplo, la de los tres esbirros del villano esperando en la estación. Sin ir más lejos, en el comienzo de Hasta que llegó su hora. No por causalidad, Jack Elam aparece en ambas obras maestras. Sin embargo, hay que hacer una crítica que, no por evidente, se ha solido dejar de lado: ¿alquien en su sano juicio puede creer en la puntualidad del servicio de ferrocarriles de la época? Porque es bastante sospechoso que el tren llegue a las 12 en punto, justo High Noon. Por cierto, la película cuenta con una de esas peleas cinematográficas que hacen historia, como la de Wayne/Clift en Río Rojo o la de Piper/David en Están Vivos.




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