sábado, 31 de enero de 2015

Mis 5 partituras imprescindibles de John Addison:


-       Tom Jones (1963).
-       Mujeres en Venecia (1967).
-       La huella (1972).
-       Un puente lejano (1977).
-       El fantasma de la Ópera (1990).

viernes, 30 de enero de 2015

Amenaza en la sombra (Aka Don't Look Now)

3.5*

Tras la muerte de su hija, el matrimonio Baxter se traslada a Venecia. El marido (Donald Sutherland) se encarga de restaurar una iglesia mientras su mujer (Julie Christie) conoce a un par de extrañas mujeres escocesas. Una de ellas, ciega y vidente, le dice que ha podido ver a su hija muerta mientras comían en un restaurante. Mientras tanto, en la ciudad se están cometiendo una serie de feroces asesinatos. Levantado sobre un texto de Daphne Du Maurier (Don’t Look Now), el film es como un edificio veneciano típico: hermoso por fuera pero putrefacto por dentro, como las relaciones de pareja en El placer de los extraños. Nicholas Roeg logra un trabajo muy sutil, lúgubre y sofisticado, con una excelente atmósfera, construida a base de insinuaciones, juegos semánticos con el color, una mixtura de géneros y una trama ambigua y desconcertante. Por cierto, tanto el trabajo de cámara como el montaje son exquisitos, lo que se puede comprobar (y admirar) en la escena de cama entre Julie Christie y Donald Sutherland, de una belleza y significación asombrosas. Un thriller que se balancea entre lo sobrenatural y lo psicológico, en el plano temático, y entre lo trascendente y lo esteticista, en el plano narrativo, con claras influencias del Dario Argento de Rojo Profundo y del Jack Clayton de Suspense. Por cierto, el gran Pino Donaggio compone aquí su primera partitura para el cine.

miércoles, 28 de enero de 2015

En compañía de lobos (Aka The Company of Wolves)

4*

En Morfología del cuento, Vladimir Propp hablaba del relato del lobo y los cabritos, estableciendo las distintas versiones del mismo así como sus características formales. El cuento de Caperucita roja, tanto las versiones orales conservadas como las versiones de Perrault y de los hermanos Grimm, no son sino transposiciones del arquetipo estudiado por Propp. Al igual que esta película de Neil Jordan, una adaptación puramente fantástica, contada en clave de relato medieval, aunque con elementos psicoanalíticos, que supone un auténtico tour de force narrativo ya que la estructura del film es como una matrioska rusa: una historia dentro de un sueño; un sueño dentro de otra historia; y así sucesivamente. El cuidadísimo diseño de producción así como la ambientación general (decorados, vestidos, atmósferas, animales, etc.) redondean un producto que igual puede ser disfrutado por los niños que por los adultos, por los jóvenes que por los ancianos, de tan convincente que es el mundo fantástico que se crea así como su enorme poder de sugestión. Si bien es verdad que los FX han quedado un tanto atrasados, el encanto de los animatronics y de los maquillajes redime otro tanto su caducidad. Por otro lado, los actores componen una paleta variada de caras y expresiones (incluyendo la sorpresiva aparición de Terence Stamp), aunque no terminan de ser del todo congruentes con la producción. En todo caso, estamos ante una de las obras maestras del cine de Jordan, repleta de simbolismos de todo tipo y que, además, consigue subvertir varias de las convenciones del cine contemporáneo sobre hombres lobo (el de Aullidos o el de Un hombre lobo Americano en Londres, por ejemplo). Como muestra un botón: incluso hay varias mujeres lobo.

martes, 27 de enero de 2015

Fight, Zatoichi, Fight (Aka Zatôichi kesshô-tab)

3.5*

Muchas son las películas que han contado historias alrededor de un bebé abandonado que debe ser cuidado por uno o varios adultos fortuitos. Los tres padrinos, Tres hombres y un bebé y Tokyo Godfathers podrían ser tres de las más famosas. En esta ocasión, el encargado de cuidar al bebe es nada menos que Zatoichi, el ciego y vagabundo masajista espadachín. ¿Por qué? Porque se siente responsable de su vida ya que han matado a su madre en su lugar. Por ello, hará un largo viaje hasta la aldea donde se supone que vive su padre. Sin hacer uso de ese humor negro y coreográfico de la versión de Takeshi Kitano de 2003, Kenji Misumi dirige un hermoso cuento sobre el poder de la inocencia en un mundo cruel y egoista. En el papel del masajista, el sempiterno Shintarô Katsu, que rodó más de veinte films sobre el personaje entre 1962 y 1989. Con una puesta en escena delicada y cuidadosa y un argumento ambientado en el Japón rural del siglo XIX, con una brisa que siempre sopla sobre las plantaciones de arroz y bambú, y unos diálogos cortados con cuchillo de sushi, el director añade ligeros toques de humor, mucha ternura y esas típicas descargas de violencia del cine japonés de samuráis (rodadas con la tradicional sabiduría fílmica nipona). Además, la música y la historia, ambas juntas, terminarán por recordar al espectador Occidental nuestra querencia por el Western. En conclusión: una delicia que sorprenderá a propios y extraños.

lunes, 26 de enero de 2015

El arreglo

2.5*

El inspector Crisanto (Eusebio Poncela) regresa a Madrid tras un periodo de convalencia en Berlín. A su llegada, un íntimo amigo y superior suyo muere asesinado justo el mismo día en el que le asigna el llamado “caso del Malayo”. Con un Eusebio Poncela pre-Carvalho, el ex-diplomático José Antonio Zorrilla compone un neo-noir castizo, un capítulo más que digno de esa serie negra madrileña, en la línea de Juan Madrid, con los servicios secretos españoles, la antigua dirección general de seguridad y las altas esferas de por medio, en un ambiente de consolidación democrática tras la dictadura franquista y el golpe de estado del 82, es decir, en un ambiente policial que no fue purgado y donde las nuevas costumbres democráticas todavía no han hechado raíces (¡ese retrato de Juan Carlos I todavía por colgar!). Además, Zorrilla pasea la trama por una geografía urbana variada y bien elegida e introduce la cámara en distintos ambientes quinquis, de miseria y underground de la época, lo que le confiere una pátina de verosimilitud y credibilidad, a la que hay que añadir ciertos homenajes cinéfilos (desde Taxi Driver a Gallos de pelea). El principal fallo de la cinta es, no obstante, la labor de algunos actores. Incluso el propio Poncela desbarra en algunas ocasiones (como en la escena de la pesadilla, por ejemplo). Además, algunas secuencias, algunos diálogos y algunos nombres de personajes (Secundino Pelayo, sic) sonrojan de tanto en tanto. En todo caso, un film estimable, por la valentía de su planteamiento (eran los tiempos de los GAL) y por su correctísima ejecución. Recordemos que José Luís Garci había estrenado su estupendo El Crack justo un par de años antes, en 1981. Y recordemos también que, en 1988, se estrenaría un film sobre un caso de corrupcion real ocurrido en Vigo, Redondela.

domingo, 25 de enero de 2015

Sinister

2.5*

Una de las últimas producciones de fantasmas, que pretende ser clásica pero que no es más que la version ‘00, reactualizada, del tema y que, poco a poco, va abandonando su factura whodunit para dar entrada a elementos sobrenaturales en torno a una entidad llamada Bagul. El argumento, un topoi clásico sobre grabaciones encontradas; la trama, típicamente desarrollada; el guión, una mezcla de El Resplandor, The Ring y The Conjuring & Insidious. Y, sin embargo, funciona decentemente. Igual por el humilde trabajo de dirección. Igual por el uso de efectivos y primigenios recursos del miedo. Igual por el gran trabajo de Ethan Hawke. Por otro lado, la BSO busca lo ominoso pero no consigue que el espectador deje de pensar en la música incidental de videojuegos como Silent Hill o Resident Evil. Lástima, porque es obra de uno de los más grandes compositores del terror contemporáneo: Christopher Young, poseedor de uno de los mejores scores de las últimas décadas, el de Flowers in the Attic. En definitiva, un modesto film para pasar un buen mal rato.

viernes, 23 de enero de 2015

Aquel maldito tren blindado (Aka The Inglorious Bastards)

3*

Quentin Tarantino ha dicho en varias ocasiones que el origen de su Malditos bastardos hay que buscarlo en un pequeño film de Enzo G. Castellari (de hecho, el propio título es un homenaje a esta película de 1978). Por otro lado, Harold Bloom ha resaltado en toda su carrera a los ensayistas y a los escritores proféticos, aquellos que nos ayudan “a convertirnos en lo que somos como individualidades con preocupaciones, más que como individualistas indiferentes a nosotros mismos y a los demás”. De alguna forma, el tipo de cine rodado por Castellari (irónica serie B de género) prefigura la propia obra de Tarantino. Esta película es una muestra excelente: un replanteamiento del género bélico (desde El tren hasta los Doce del patíbulo), con una extraordinaria concepción de la trama (entretenidísima) y del montaje y un espíritu irónico salpicando todo el producto, desde el diseño de personajes y la concepción de la música hasta los diálogos, la crítica del estamento militar y el propio final. Igual es un poco exagerado comparar a Castellari con un cineasta profético pero la comparación se sostiene igualmente: sin este tipo de cine corrosivo, visto y deglutido por Tarantino en su juventud, probablemente, su personalísimo estilo nunca se hubiera desarrollado.

martes, 20 de enero de 2015

El nombre de la rosa

4*

En una abadía bajomedieval italiana se están cometiendo unos asesinatos justo en el momento en que se va a producir un debate teológico entre franciscanos y representantes del Papa. Fray Guillermo de Baskerville (un trasunto de Occam, Holmes y el propio Eco, al que pone cara un mimetizado Sean Connery) acude a la abadía para investigar los asesinatos. Para ello, contará con la ayuda de su discípulo Adso (Christian Slater) aunque chocará con el representante de la Santa Inquisición, Bernardo Gui (F. Murray Abraham). Adaptación fílmica del erudito pero entretenido best seller de Umberto Eco, el apocalíptico semiólogo italiano, rodada con mucho cariño y respeto por un Jean-Jacques Annaud francamente inspirado. La película es un prodigio en la reconstrucción histórica (algo de lo que el director ya dió buenas muestras en En busca de el fuego) y en el desarrollo del suspense, pese a algunos fallos de guión (como la salida del laberinto, por ejemplo), y, además, consigue crear un micromundo absolutamente verosímil mediante una curiosa postura postmoderna de base: situar arquetipos literarios contemporáneos (incluyendo a Borges) en un mundo tan extraño y supersticioso como la cristiandad medieval. Los actores cumplen a la perfección con sus roles (mención especial a toda la galería de secundarios, como Ron Perlman), la fotografía es deliciosamente oscurantista y el score consigue trasladar al espectador al otoño de la Edad Media. Finalmente, todo este palimpsesto trasciende el puro entretenimiento sirviendo en bandeja una devastadora crítica contra la hipocresía y la crueldad de la Iglesia de Roma.

jueves, 15 de enero de 2015

Mis 5 imprescindibles de Rachel McAdams:

-       Shotgun Love Dolls (2001).
-       El diario de Noa (2004).
-       Tipos con suerte (2008).
-       Más allá del tiempo (2009).
-       Passion (2012).


Escalada al poder (Aka The Seduction of Joe Tynan)

3*

Ácida vision de la política USAmericana, disfrazada de melodrama marital y dirigida por Jerry Schatzberg, ex fotógrafo profesional y creador de El espantapájaros y Pánico en Needle Park, dos auténticas bofetadas al país de las oportunidades. Alan Alda es un senador demócrata que lucha para combatir el desempleo pero que, poco a poco, va siendo absorvido por las redes desplegadas por las estructuras del partido y del poder. Por lo tanto, se va alejando de su familia, especialmente de su mujer y de su hija mayor. Aunque también de sus propios ideales. De manera simbólica, conoce a una abogada (Meryl Streep) con la que mantiene un affaire y que, de alguna forma, representa la tentación emocional (¡atención a la frase de despedida de ella!). La película cuenta con una estupenda factura técnica, una BSO agradable y un guión certero y afilado, en el que la escena de inicio funciona como prólogo pero también, curiosamente, como epílogo de todo el conjunto. Una pequeña joya, propia de la irredenta década de los setenta, que merece ser redescubierta con urgencia.

miércoles, 14 de enero de 2015

Condenados de ultratumba (Aka Tales from the Crypt)

2.5*

Varias han sido las adaptaciones cinematográficas basadas en los cuentos de horror de los gloriosos cómics de la EC. De hecho, la productora Amicus, especializada en películas de terror, ha materializado varias de esas historias en distintas películas de episodios. Estos Condenados de ultratumba, dirigidos por el conocido director de fotografía Freddie Francis, es una buena muestra de ello. La historia es muy sencilla. 5 individuos se quedan atrapados en una sala secreta mientras se encuentran visitando unas extrañas catacumbas. El guardián de la cripta (Ralph Richardson) les presentará a cada uno de ellos un aviso de ultratumba, ya que cada uno de ellos guarda un siniestro secreto. Entre los actores se puede encontrar a Joan Collins, Patrick Magee o al gran maestro del fantástico Peter Cushing, en un papel que le viene como anillo al dedo. Curiosamente, 10 años después, en 1982, George A. Romero y Stephen King rodarían su personal homenaje a la EC en su conocido film de sketchs Creepshow, del cual, por cierto, se haría una segunda parte, bastante inferior.

Calabuch

3.5*

El afectuoso científico Jorge Serra Hamilton (último papel del entrañable Edmund Gwenn) huye de sus contactos con la ciencia y los militares y se refugia en un pequeño pueblo de la costa española, símbolo del país en su conjunto. Corre el año de 1956 y entre las gentes mediterráneas no se conoce casi nada de la energía nuclear ni de las bombas atómicas, handicap que al doctor le parece algo encantador, tanto como la misma vida del pueblo, rebosante de autenticidad pero también de peculiaridades esperpento-surrealísticas. Crítica hermosa de la estupidez autodestructiva humana (en un nivel), canto a la sencillez de las formas de vida rurales (en el otro), aunque sin escatimar varias bofetadas a esa forma de vida carpetovetónica tan nuestra (con el cura, el cabo de la guardia civil, el alcalde y el falangista controlando todo lo que pasa en la comunidad). Como decía el propio Berlanga, una película un tanto patriarcal y bocetística pero que, sin embargo, se cuenta entre las producciones más modernas del cineasta. Repleta de esa sabiduría concentrada en planos secuencia, prototipo de la puesta en escena que caracterizaría el cine posterior del genio valenciano, el film (curiosamente) no está escrito por el tándem Berlanga/Azcona. Y eso se nota, por cierto, ya que el resultado final tiene algún que otro bajón rítmico y dramático. En todo caso, una maravilla de película, rodada en plena autarquía franquista aunque con la vista puesta en otras realidades