martes, 5 de abril de 2016

Llovizna

3*

Durante un viaje nocturno en coche, con una llovizna perpetua, Eduardo, un cobrador, regresa con 100.000 pesos  en su bolsillo (“en billetes chicos y grandes”). Durante la noche, recogerá a 4 indios y les llevará en el auto, ocasionando y sufriendo extrañas situaciones de tensión. El protagonista es un hombre ordinario (casado, con una hija y con una amante), con los miedos y frustraciones propios de su clase social. Los indígenas acaban de enterrar a una hermana, una chiquilla, hablan en su lengua, uno de ellos va “tomado” y han de llegar a la misma ciudad, ya que son albañiles y van a una obra. El film funciona como una especie de thriller pero también como metáfora de un colonialismo y una multiculturalidad ruda y desigual (ese cartel en la carretera que dice “la solución somos todos”). Mientras los aborígenes se dediquen a bailar y a tocar su música en las puertas de las iglesias, todos felices. Mientras se dediquen a laburar en la construcción, todo perfecto. Ahora bien, si nos mezclamos con ellos, las cosas ya no son tan fáciles. En fin, con tamaños ingredientes, la enchilada está servida. Sergio Olhovich dirige con una sobriedad casi televisiva, pausando el ritmo y la trama, desarrollando un clima de opresión y paranoia, a través de un “viaje sin fin” hasta el dramático desenlace. “Solo habían sido unos indios”. Estamos ante la adaptación de un cuento del mexicano Juan de la Cabada, auténtico defensor de la cultura indígena. De ahí, evidentemente, el irónico final.

2 comentarios:

  1. apuntada queda
    gracias

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  2. Querido Anónimo: muchas gracias por tu comentario. Y Zineface espera que disfrutes del film. Un placer.

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