lunes, 8 de agosto de 2016

Milán, calibre 9 (Aka Milano calibro 9)

3.5*

Tras una escena pre créditos frenética y contundente como pocas, Fernando Di Leo se saca de la manga su obra maestra: un poliziesco en toda regla, tenso y social, con un trabajo de planificación y un montaje envidiables y con varios añadidos que hacen de su visionado un auténtico goce para los sentidos. Aunque no para todos los paladares, por supuesto. Entre esos añadidos, hay que destacar el protagonismo del señor Fanucci (Gastone Moschin), la hermosa y sorprendente presencia de una musa de la talla de Barbara Bouchet, la bicefálica BSO de Luis Bacalov & Osanna (un tema épico de violines y un corte prog-rock en la línea de Jethro Tull), un Luigi Pistilli que se marca un par de incisivas parrafadas políticas (que alejan este film de toda la ristra de archiviolentos sucedáneos exploitation que poblaron las salas en la segunda mitad de la irredenta década de los setenta y a comienzos de la ultraconservadora década de los ochenta), la presencia del siempre carismático y mediterráneo Mario Adorf, un enigma que te mantiene pensando toda la película, etc. En fin, un film espectacular, dentro de su humildad presupuestaria, basada en una obra del Dashiell Hammet italiano, un escritor al que Di Leo fue fiel toda su carrera (Giorgio Scerbanenco) y con una factura técnica impresionante.

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