domingo, 9 de octubre de 2016

Grupo 7

2*

Un grupo de policías disfuncionales, inmaduros y fuera de control (una especie de Los hombres de Harrelson pero oliendo a Barón Dandy) se dedican a perseguir a camellos y a intervenir droga en la Sevilla de finales de los ochenta y comienzos de los noventa, en un contexto de “limpieza” social de la ciudad antes de la Expo 92. Entre macarruzos, putas, soplones y mucha mandanga, la película construye un thriller de acción policial, metida en trapicheos y asuntos sucios, sin más interés que el de ver a un grupo de conocidos actores españoles haciéndose pasar por malotes, hasta que llega el momento venganza y la “reinserción” final (el happy end de turno), por muy ambigua que se quiera vender. Las pinceladas sociológicas son superficiales, la trama es simplista a más no poder (¿por qué no se plantea en ningún momento de dónde sale toda esa droga y quién controla y permite su tráfico?) y el desarrollo acusa no pocas inconsistencias históricas. En fin, reflexiones sociológicas aparte, la película tiene unas correctas escenas de acción y una estupenda banda sonora (del gran Julio de la Rosa) mientras que la fotografía, que parece que pretende ser naturalista e hiperrealista, satura de luz en cuanto menos te los esperas, especialmente en cuanto la cámara sale a la calle (en interiores el asunto está más controlado), en la misma medida que el sonido, no del todo bien equilibrado, por no hablar de la dicción y de la pronunciación de algunos actores. El desarrollo de los personajes tampoco es del todo coherente. Sin embargo, es un film que se puede ver y satisface cierta curiosidad por haber transformado en mainstream el ambiente degradado y despiadado de muchos barrios de la capital andaluza. Y por haber presentado el ambiente de impunidad policial en España. El del pasado, claro, que ahora son 100% respetuosos del estado de derecho, de la ley y de los derechos humanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario