domingo, 10 de junio de 2012

Una verdad incómoda

3*

Dramático y conmovedor documental sobre las causas y consecuencias del cambio climático producido por la actividad humana, presentado por el ex vicepresidente de los EE.UU. Al Gore (con una meritoria intención pedagógica) y dirigido por Davis Guggenheim. Mediante el uso de estadísticas, gráficos y videos, la exposición de Gore se centra en la relación entre la producción industrial y el aumento de las emisiones de dióxido de carbono (y, con ellas, de la temperatura terrestre), pero también se centra en su propia biografía, en las enseñanzas de sus maestros (conocidos científicos), así como en sus preocupaciones personales y problemas vitales, aunque, de hecho, la espina dorsal (encubierta) del documental es su carrera política. Sin embargo, se hace especial hincapié en determinados sucesos que pueden llegar a la fibra usamericana, como el huracán Katrina, el paro en el sector del automóvil o el robo de votos en el estado de Florida, que le valió la presidencia nº 43 al inefable G.W.B. Unas propuestas prácticas finales redondean el convincente alegato.



2 comentarios:

  1. Hola Mr Zineface... Está claro que el medioambiente está seriamente amenazado y el documental es claro y condundente al respecto, a la par es sumamente didáctico, exponiendo la situación de manera clara, con datos irrefutables. Es una pieza única para mostrar a los estudiantes y conseguir que se conciencien al respecto en un asunto que no parece preocupar a la mayoria de los jóvenes. El cambio climático y el aumento de la temperatura por si solo no sería un problema para el planeta, pues este no es ni de lejos, el periodo más calido por el que ha pasado nuestro planeta, pero cuando esto sucedió los seres humanos no habían aparecido y estaban muy lejos de hacerlo...Ahora, con mas de 7000 millones de habitantes exlotando los recuros naturales y alterando el equilibrio natural, ese aumento pueder dañar aun más nuestro planeta y puede ser terrible para el futuro de la especie humana.

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  2. Totalmente de acuerdo, querido J.Ignacio. En todo caso, es más que posible que la responsabilidad sobre la explotación de la tierra no sea completamente alícuota: es decir, de los 7.000 millones de habitantes, los consumidores de los países desarrollados tenemos la mayor parte de la culpa, ¿no te parece? Muchas gracias por tu comentario y por tu reflexión personal. Y un saludo!

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