sábado, 31 de agosto de 2013

Un tipo serio (Aka A Serious Man)

3.5*

Exceptuando Fargo, la grandeza de los hermanos Coen parece que se condensa en sus obras menores, como Barton Fink, El hombre que nunca estuvo allí o Quemar después de leer. Obras como Muerte entre las flores o El Gran Lebowski, pagadas de sí mismas, denotan un estancamiento de ideas, un estilo manierista y una narración enrevesada (continuamente entorpecida y estirada hasta el ardor), que hacen sonrojar al espectador habituado a su filmografía. Algo parecido a lo que ocurre con los dos volúmenes de Kill Bill de Quentin Tarantino. Por su parte, Un tipo serio es la película más extraña de su carrera, por intenciones, por temática y, por supuesto, por resultados. Una película de fuertes resonancias filosóficas pero con un sutil sentido del humor y una naturaleza enigmática que, ciertamente, no será del agrado de todo el mundo. Una película arriesgada en el contenido y muy atractiva en la forma, con una fotografía muy cuidada (obra del gran Roger Deakins), tanto como la puesta en escena, la ambientación y, por supuesto, los personajes, convincentemente interpretados por un conjunto de excelentes actores. Una película que comienza y termina con dos secuencias crípticas, irresolubles, como críptico es también el desarrollo de la acción y, sobre todo, el significado que los Cohen pretenden otorgar al film, como si de un cuento de Kafka se tratare. De hecho, la obra ahonda en esa incerticumbre propia de los tiempos que corren. Por otro lado, hay múltiples referencias a la religión y a la cultura judía, algo que va facilitando la comprensión de una buena parte de la historia y de los acontecimientos que se suceden, como la referencia al disco Abraxas de Santana (un término gnóstico para referirse a Dios) y la negativa del protagonista a adquirirlo: de esta manera, los Cohen parecen querer decir que el pusilánime, despistado y sufrido protagonista rechaza a Dios. Así, la película parece encaminarse hacia algún tipo de explicación aunque simplemente nos retrate a un tipo que quiso ser serio y que nos hizo reflexionar y sonreír con sus calamidades




6 comentarios:

  1. Buenas noches, Zineface:
    ¿no crees que la película, a parte de ser críptica y enigmática, y de jugar con la teoría del absurdo, es una de las propuestas más complejas de los Coen, y que por ello mismo, no será comprendida por mucha gente y, por tanto, no es valorada por ello?
    yo creo que es una película por y para judíos, sinceramente, creo que se me escapa mucho mucho de la peli
    ¿qué opinas?
    gracias

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  2. Estimado Anónimo: efectivamente, es una película compleja, probablemente, de los guiones más complejos que han rodado los hermanos Coen. De hecho, en alguna ocasión, cuesta seguir el (o los) argumento(s). Y, sobre todo, en muchas ocasiones, es difícil de desentrañar. Pero es que ¿acaso no nos pasa eso cuando leemos las alegorías de Kafka, los cuentos de Borges o los apuntes de Walter Benjamin? ¿O cuando contemplamos los cuadros de El Bosco? Lo grandioso de la cultura judía es que, desde su mismo seno, se esfuerza por ofrecer un reflejo de la época desde la que se expresa, dejando hablar a lo universal desde su misma idiosincrasia. Esa fue la grandeza de Spinoza, de Marx, de Freud o de Philip Roth, por poner solo unos pocos ejemplos. No creo que Zineface pueda expresarlo mejor, así que ha de dejar las palabras tal y como están. Espero que esta opinión no parezca una afirmación rotunda: es solo una creencia. Y, por otro lado, ¿qué sería de la vida sin el enigma y el misterio, que tanta gente quiere esconder debajo de la alfombra racionalista? Muchísimas gracias por tu comentario y por tu pregunta. Zineface se alegra de ambos.

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  3. sabias palabras, amigo, estoy de acuerdo, veo que sabes bastante de muchos temas, a mi esta película me parece una sátira hacia la religión, porque el personaje parece un ser anodino, el que quieren las religiones que seamos, sin pensar, que aceptemos la vida como viene aunque sea trágica, que la vida no tiene sentido y que dios (yahvé, jehová, alá o quién sea...) no nos va a ayudar, porque no puede, porque no quiere o porque no existe,
    no crees?

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  4. Muchísimas gracias por tus palabras, Anónimo. No se merecen en absoluto. Respecto de lo que dices sobre el carácter satírico de Un tipo serio, tienes razón y no podría estar más de acuerdo. Por otro lado, creo que la película también bascula entre la ironía y el sarcasmo y que, en el fondo, lo importante es el apunte que hace sobre la impenetrabilidad de la existencia y sobre la imposibilidad de asignar un significado unívoco y definitivo a nuestras vidas, independientemente de nuestra relación con lo trascendente. Desde este punto de vista, creo que vuelves a tener razón. Y se me ocurre preguntar, ¿acaso Un tipo serio no podría compararse con el cine de Woody Allen, por ejemplo? Muchas gracias por tus reflexiones y por tu comentario.

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    1. Buenas noches: disculpa la tardanza, pero se me ha ocurrido recomendarte una película, a propósito de nuestras reflexiones, que tiene más de un punto en común con Un tipo serio, se llama Footnote y es muy muy buena!
      pd me puedes explicar tu relación entre los Coen y Allen? , porque yo no la veo, a parte de la obsesión por lo judío, el humor creo que es bastante diferente, y también lo es la forma de tratar ls temas, me parece....
      gracias

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  5. Querido Anónimo! No te preocupes! Muchas gracias por la recomendación! Zineface la apunta porque no la conocía! Respecto de las conexiones entre los Coen y Allen, la primera y más importante, en relación con Un tipo serio, es el tratamiento judío de la muerte. El humor es bastante similar entre ellos puesto que los 3 se sitúan en una posición básicamente irónica pero las conexiones y desconexiones entre ellos daría para un debate interesante. Muchas gracias de nuevo por tu comentario y también por la película que recomiendas. Un abrazo.

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