martes, 4 de febrero de 2014

La campana del infierno

3*

Un hombre sale de un manicomio y regresa, para vengarse, al hogar de la mujer que le internó: su tía, que vive con sus tres hijas, todas las cuales consideran que sigue siendo un perturbado. La campana del infierno es la segunda y última película de Claudio Guerin (póstuma, para más inri) y supone una extraña realización dentro del panorama del fantaterror español de la época. De hecho, es una coproducción con Francia. El film tiene una relativamente interesante trama de suspense psicológico que coquetea con el slasher y con Edgar A. Poe, a lo que se añade un ligero toque sobrenatural. Además, la obra cuenta con interesantes localizaciones y con dos actores de la talla de Viveca Lindfors y Alfredo Mayo. Sin embargo, conviene hacer algunas observaciones en su contra. En primer lugar, recrearse en el descuartizamiento real de animales en pantalla no solo es una vileza falsamente artística sino también un golpe bajo al hipócrita espectador, desacostumbrado como está al sufrimiento que se vive en los mataderos, tal y como escribió Marguerite Yourcenar en unas páginas certeras y brutales que dedicó a denunciar la hipocresia genocida del mundo contemporánea (en El tiempo, gran escultor). En segundo lugar, algunas interpretaciones son realmente mediocres así como ciertos aspectos técnicos. En último lugar, tanto el montaje como la narración subsecuente pretenden ser innovadores pero no siempre aciertan en el tono (como algunos encuadres, varios zooms y ciertas secuencias con cámara subjetiva). En todo caso, una curiosidad para amantes de la serie B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario