martes, 30 de junio de 2015

Cartas de un hombre muerto (Aka Dead Man's Letters)

3.5*

Decía Win Wenders que las visiones del final de los tiempos se han generalizado tanto que ya no se puede edificar nada nuevo sobre ellas. Así, son muchas las historias cinematográficas ambientadas en un futuro post holocausto nuclear. Desde Five, de Arch Oboler (1951) y El muelle, de Chris Marker (1962) hasta 12 monos, de Terry Gilliam (1995) o La carretera, de John Hillcoat, (2009), pasando por El planeta de los simios, Damnation Alley, Mad Max, Last Night, Testamento final, El día después o el pseudo documental Threads. Por todo ello, nuestra obsesión por un Apocalipsis laico ha sido una constante a lo largo del siglo XX. Y el cine ha sido uno de los medios privilegiados para representarlo. El oscuro y semi desconocido film Deluge, de 1933, da prueba del pionero interés por estas cuestiones. Por su parte, la cinematografía rusa tampoco ha estado al margen de este interés. Por ejemplo, este Cartas de un hombre muerto, rodado en 1986 por el discípulo de Tarkovski, el director ucraniano Konstantin Lopushansky, que trabajó con el genio ruso en Stalker. Se trata de un film desasosegante y tétrico, donde la humanidad superviviente, refugiada en Bunkers subterráneos, reflexiona sobre el sentido de su final, a lo Frank Kermode, entre niños que han perdido el habla, científicos devastados por la culpa y una geografía desolada y radioactiva. Un clásico de la ciencia ficción soviética.

2 comentarios:

  1. Esta parece dura. La primera imagen recuerda a la estética de Qué difícil es ser un dios de Aleksey German.

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  2. Querida Anónima: muchas gracias por tu comentario! La verdad es que sí, que se hace un poco difícil su visionado. Y tienes toda la razón: tiene puntos de contacto con la obra de German así como con la obra de Marker, por supuesto. Ya le dirás a Zineface qué te ha parecido la película, ok? Muchas gracias, de nuevo.

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