lunes, 7 de noviembre de 2016

El asesino de la isla (Aka The Slayer)

2.5*

En pleno auge del slasher, J.S. Cardone estrenó este curiosísimo exponente del género, ambientado en una isla (del estado de Georgia) y con el protagonismo de dos parejas que deciden pasar unos días de vacaciones, dedicándose a descansar y a pescar. Durante su estancia en la isla, los visitantes sufrirán los ataques de lo que parece ser un psychokiller. Pero para terminar de complicar el asunto, el director introduce un elemento sobrenatural. Una de las jóvenes, artista para más señas, tiene unas pesadillas que parecen muy reales y que parece, también, que adivinan el futuro. Así ha sido desde pequeñita. Y, de hecho, uno de esos sueños siniestros, un cruel y extraño asesinato, le persigue hasta la isla. Cardona rueda con un estilo límpido y sin grandes ostentaciones estilísticas, salvo los planos picados y contrapicados, alargando la trama mediante un ritmo parsimonioso, que pretende crear una conveniente atmósfera de aislamiento y amenaza. Los asesinatos son relativamente cruentos, además de sangrientos y sorprendentes, al igual que el catártico (y ambiguo) final. Pero lo más destacable del film es que parece contener el germen argumental de algunos éxitos posteriores del terror contemporáneo, como de Pesadilla de Elm Street o de Sé lo que hicisteis el último verano.

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