viernes, 14 de septiembre de 2012

Cisne negro

3*
Correcto thriller psicológico del inquieto Darren Aronofsky, ambientado en el mundo del ballet, con claras referencias a un clásico del género (Las zapatillas rojas) así como a dos éxitos previos del director, y que gira en torno a una trama (más bien escasa) inspirada en el mito del doppelganger. Con una Natalie Portman en el papel central, que alterna gestos y miradas de alegría y de aflicción a partes iguales, la película acierta en la puesta en escena, en el montaje y en la creación del suspense aunque, sin embargo, adolece de reiteraciones de guión (como las de Vincent Cassel insistiendo en la dificultad de interpretar al cisne blanco y al cisne negro a la vez, en el clásico ballet de Tchaikovsky) y abunda en distintos tópicos sobre la danza (madre perfeccionista y posesiva, por un lado; director de la compañía que sexualiza su trabajo, por el otro). En el plano argumental y temático, la película bascula continuamente entre Eva al desnudo (de hecho, el guión original se desarrollaba en el mundo del teatro), Perfect Blue (la secuencia del baño está calcada del film de Satoshi Kon) y Showgirls, con evidentes pinceladas del clásico de Polansky Repulsión. Finalmente, el personaje de Portman tiene todas las características que la mitología popular asigna a las grandes estrellas del mundo del ballet: juventud, obsesión por el baile, competitividad y ambición desmedidas, represión sexual, complejos e inseguridades, inmadurez emocional, etc.


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