jueves, 15 de diciembre de 2016

Chloe

2*

Enésimo film del sobrevalorado Atom Egoyan, que se construye con la excusa argumental de las infidelidades de pareja y con un desarrollo bastante absurdo, plano y melodramático. Julianne Moore piensa que su marido, un músico de éxito, le está siendo infiel y, para comprobarlo, contrata los servicios de una supuesta adolescente pinturera, con la que pretende tentar a su marido. Aunque irá tentando a todo bicho viviente, que la chica es muy ambiciosa. La verdad es que las inseguridades emocionales de la gente acomodada no es un tema muy interesante, en particular cuando son las mismas inseguridades que las de la clase baja y trabajadora. Pero es que, además, Egoyan encauza la trama hacia lo paródico y la paradoja, revoloteando superficialmente por la psicología de los personajes, así como por sus pulsiones y deseos, aunque “cuela”, de vez en cuando, alguna maldad típica del director. Por otro lado, un espectador avezado ve venir el asunto desde el principio. Correctas interpretaciones y una puesta en escena plana, despersonalizada, para un film mediocre y aburrido (el “pianito” de fondo es para tirarse de los pelos) que, además, es un remake. Se siente pero Chloe no es tan irresistible. Al final, en el único plano en el que la película destaca es en el retrato de una generación, está sí realmente perdida, que no sabe cómo establecer lazos emocionales duraderos con el mundo que le rodea. La generación de la prostituta. 

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