miércoles, 29 de agosto de 2012

Tarzán y su hijo

3*
 
Entrañable producción de aventuras de 1939, dirigida por el gran artesano Richard Thorpe, que ha resistido el paso del tiempo con bastante fortuna y que tiene todos los elementos que hicieron grande al mito de Tarzán, tal y como lo encarnó Johnny Weissmuller: Jane (Maureen O’Sullivan), una mujer hermosa a su lado; la vida en la naturaleza; la compañía de la simpática e inteligente Chita; ingeniosos gadgets (que luego imitarían Los Picapiedra); lianas y zambullidos varios; animales salvajes (leones, cocodrilos, elefantes); la llamada de la selva de Tarzán; exploradores ingleses; tribus africanas; sacrificios humanos; y, para terminar de redondear la estampa, un hijo, Boy, que es el único superviviente de un accidente de avión al que, 7 años después, vienen a buscar sus ambiciosos familiares de la Metrópoli. Eficientemente narrada aunque con fallos de todo tipo (de raccord, montaje, guión, etc.), la película, en la actualidad, deja traslucir la mentalidad conservadora y cuasi racista de Edgar R. Burroughs, especialmente respecto de la concepción de la familia y de la misión civilizatoria del hombre blanco, contra la que (por las mismas fechas) se había pronunciado críticamente Joseph Conrad. Por otro lado, resulta expresivo comprobar que la vida que lleva Tarzán en la naturaleza es bastante asexuada. No es el mejor film de la serie pero se deja ver muy agradablemente (nostalgias aparte) por su conseguida mezcla de acción, aventuras, comedia, suspense y humor. Sin embargo, como adaptación, no está a la altura de la cuidadosa versión de Hugh Hudson
 




No hay comentarios:

Publicar un comentario