sábado, 22 de diciembre de 2012

Días del cielo

3.5*

Lo primero que hay que destacar de este film es su impresionante fotografía, de esas que te llenan la retina y te obligan a dejar en segundo plano a la historia. Con una amplísima gama de colores y luces pero con particular dominio del ocre y de la “hora mágica”, al estilo de Vermeer, Néstor Almendros consigue sacar todos los matices lumínicos a una espiga de trigo a la vez que el claroscuro de una fiesta al calor de una hogera. Francamente, Almendros logra su mejor trabajo, pletórico de ideas, trucajes e innovaciones, algo que inspiraría el trabajo de fotografía de Tess. Por su parte, Terrence Malick escribe y dirige su segunda película, una historía mínima, rodada en Canada, alrededor de la difícil vida de una joven pareja de jornaleros que pretenden aprovecharse de un potentado propietario al que cren enfermo. Hay que decir que el argumento se desarrolla a comienzos del siglo XX y parece estar inspirado en una obra de Alejandro Dumas padre. Por su parte, la historia mantiene fuertes pero solapadas resonancias sociales e, incluso, bíblicas, lo que la emparenta con Las uvas de la ira. Los símbolos pueden parecer evidentes aunque parcialmente contradictorios: la siembra y la cosecha como metáfora de la vida y del paso del tiempo; la casa solitaria, del individualismo y de la familia. Estética y visualmente, la película va variando y pasa, así, del retrato agrícola de Grant Wood al naturalismo rural de Andrew Wyeth y de éste al constumbrismo de un Norman Rockwell o al realismo expresionista de un Edward Hopper. Buenas intepretaciones del trio protagonista (Richard Gere, Sam Sephard y Brooke Adams) y de Linda Manz, en su primer papel. Ennio Morricone acompaña a las imágenes y al argumento con una BSO que no destaca precisamente por su fuerte personalidad, ni melódica ni armónicamente hablando, aunque, por lo menos, regala múltiples cortes y una cierta variedad estilística, coherente con la música diegética y la de créditos (blues, country, folk y Camille Saint-Saëns).




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