martes, 18 de marzo de 2014

¿Quién mato a tía Roo?

3*
Curtis Harrington es conocido por ser uno de los máximos exponentes del New Queer Cinema (films sobre distintas identidades sexuales) pero poca gente sabe que comenzó haciendo películas de terror para la compañía de James H. Nicholson y Samuel Z. Arkoff, la AIP. Es decir, para Corman. En este sentido, Harrington es el enésimo de los descubrimientos de aquel que produjo más de cien películas en la meca del cine y no perdió ni un centavo. Tal era el carácter underground de Harrington que, de hecho, afirmó que Nice Guys Don't Work in Hollywood. En este caso, contamos con una adaptación y actualización del clásico de los germanos Grimm, Hansel y Gretel. La película cuenta con una ambientación tétrica deliciosa, obra de la productora citada y de la Hemdale (con sede en Londres), presenta y desarrolla casi todos los temas y motivos de la historia original (incluso el jengibre) y, además, ofrece dos interpretaciones maravillosas, la de Shelly Winters y la del gran Ralph Richardson. Técnicamente, la película fue rodada en 35mm, con una iluminación muy del estilo Gordon Willis (obra del reputado Desmond Dickinson), por la extrema oscuridad en la que se hayan varias escenas, y cuenta con una partitura orquestal muy sugerente, obra del compositor de La tumba de Ligeia. Una gozosa historia para niños no tan niños y para adultos no tan adultos. 




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