jueves, 29 de mayo de 2014

Los pasajeros del tiempo

3*

Fantasía inocente pero, a la vez, descarnada que se atreve, nada menos, que a mezclar la vida y la obra de H.G. Wells con el imaginarío mítico alrededor de la figura de Jack el destripador. Y con unas gotas de Sherlock Holmes. Para ello, Nicholas Meyer propone un viaje en el tiempo, hacía un San Francisco del futuro (el presente del espectador), que es, a la vez, una huida y una persecución. Tamaño ardid argumental sería de nuevo utilizado por el director en su estupenda cuarta entrega de la saga Star Trek, Misión: salvar la tierra. La película tiene encanto y se ve con agrado pero hay varias cuestiones técnicoartísticas que podrían haber redondeado más el producto. El fallo principal es, quizás, el guion, que en muchas ocasiones no está a la altura de la propuesta, aunque John Kenneth Muir afirme que se trata de una mezcla casi perfecta de ciencia ficción, romance, humor y horror. Por otro lado, el film tiene graves fallos de montaje. Y, para terminar, aunque el casting sea agradable y los actores sean magníficos, uno no deja de pensar contínuamente cómo hubiera quedado la producción con otras caras. Por cierto, como curiosidad, la película lanza varios guiños muy agradables a la historia del cine, especialmente a Regreso al futuro, que se estrenaría casi seis años después y de ahí la paradoja, pero también a Vértigo, a ¿Qué me pasa, doctor? o a Las zapatillas rojas, por ejemplo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario