Recreación personalísima del
mundo de Lovecraft, perpetrada por el todoterreno Juan Piquer Simón, con la
estructura característica de buena parte del cine de terror USAmericano de la
ultraconservadora década de los ochenta y con algunas sorpresas interesantes.
El argumento trata de un grupo de macarras que secuestran a un mago y a su
ayudante (que es su hija) en su huida de la policía. Acaban en la mansión del
mago, una terrible construcción que esconde varios secretos malignos
relacionados con las artes oscuras que practica. Estamos ante una producción de
Serie B, rodada en mes y medio pero con la suficiente solvencia técnica para
hacer pasar un buen rato a los espectadores más desprejuiciados. El resto de
elementos de la película son los característicos de este tipo de productos: interpretaciones
justitas, una trama poco brillante, curiosos FXs y una música apropiada
complementan la función. En última instancia, y como ultimo comentario, la
verdad es que la película tiene poco del mundo o del imaginario del gran
creador de Providence, todo hay que decirlo.
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