viernes, 7 de agosto de 2015

Una mujer de negocios (Aka Rollover)

3*

Cuando el marido multimillonario de Jane Fonda es asesinado, ésta accede al consejo de dirección de la empresa de su marido. A partir de este momento, se verá envuelta en una conspiración financiera mientras intenta insuflar nueva vida a los negocios de su ex esposo, con la ayuda de un economista bienintencionado (Kris Kristofferson), que es, curiosamente, el discípulo de una auténtica “orca financiera”. La verdad es que lo primero que piensa el espectador al encontrarse frente al film es que se parece sospechosamente a la propia vida de Jane Fonda (incluso al papel que la hija del gran Peter Fonda tiene en The Newsroom). Lo segundo que piensa el espectador es ¿qué diantres hace el protegido de Johnny Cash haciendo de experto financiero? Por muchas simpatías que se tengan por el actor texano, el personaje que mejor le sienta es del tipo al que da vida en La hija de un soldado nunca llora, por no hablar del cantante country de Alicia ya no vive aquí. Se ha llegado a decir que esta película es, quizás, la peor de toda la filmografía del autor de El informe pelícano. De esta opinión es Jared Brown, tal y como escribe en Alan J. Pakula: His Films and His Life. Por nuestra parte, sin embargo, consideramos que se trata de un film estimable, con varios aciertos visuales, un mensaje pesimista (la mar de realista), un argumento convenientemente incomprensible (pero verosímil) y un discurso irónicamente anti capitalista (y de los que hacen historia, como el de Jordon Gekko en Wall Street), puesto en imágenes y en palabras por el gran Hume Cronyn. Un desastre crítico-artístico-comercial en su momento, que se alza, hoy en día, como un producto a recuperar, aunque sea, exclusivamente, por sus componentes premonitorios.

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