Entrañable producción de aventuras de 1939, dirigida por
el gran artesano Richard Thorpe, que ha resistido el paso del tiempo con bastante fortuna y que
tiene todos los elementos que hicieron grande al mito de Tarzán, tal y como lo encarnó Johnny
Weissmuller: Jane (Maureen O’Sullivan), una mujer hermosa a su lado; la vida en
la naturaleza; la compañía de la simpática e inteligente Chita; ingeniosos gadgets (que luego imitarían Los Picapiedra); lianas y zambullidos varios; animales salvajes (leones, cocodrilos,
elefantes); la llamada de la selva de
Tarzán; exploradores ingleses; tribus africanas; sacrificios humanos; y,
para terminar de redondear la estampa, un hijo, Boy, que es el único superviviente
de un accidente de avión al que, 7 años después, vienen a buscar sus ambiciosos
familiares de la Metrópoli. Eficientemente narrada aunque con fallos de todo
tipo (de raccord, montaje, guión,
etc.), la película, en la actualidad, deja traslucir la mentalidad conservadora y cuasi
racista de Edgar R. Burroughs, especialmente respecto de la concepción de la familia
y de la misión civilizatoria del hombre blanco, contra la que (por las mismas
fechas) se había pronunciado críticamente Joseph Conrad. Por otro lado, resulta
expresivo comprobar que la vida que lleva Tarzán en la naturaleza es bastante
asexuada. No es el mejor film de la
serie pero se deja ver muy agradablemente (nostalgias aparte) por su conseguida
mezcla de acción, aventuras, comedia, suspense y humor.
Sin embargo, como adaptación,
no está a la altura de la cuidadosa versión de Hugh Hudson.
miércoles, 29 de agosto de 2012
Tarzán y su hijo
3*
Etiquetas:
1939,
Adaptación,
Aventuras,
Edgar R. Burroughs,
Johnny Weissmuller,
Maureen O'Sullivan,
Richard Thrope,
Tarzán,
Tarzán y su hijo
martes, 28 de agosto de 2012
Juegos de guerra
3*
Entretenida
intriga juvenil sobre un barbilampiño adolescente (Matthew Broderick), con
talento para la informática, que accede accidental y telefónicamente (los
antecedentes de Internet) a WOPR, el
ordenador central de la defensa de EE.UU., lo que desencadena un conflicto
nuclear que solo puede ser desactivado utilizando las mismas habilidades
tecnológicas que lo han causada aunque, en todo caso, con la ayuda del profesor
Falken (un papel que fue escrito originariamente para John Lennon). Con
endebles matices políticos y en el contexto del desmantelamiento de la Guerra Fría (El día después y Testament son del mismo año), la película se ve con agrado puesto
que el mensaje (más allá del típico maniqueísmo USAmericano de la
ultraconservadora década de los ochenta), es moralmente loable por su
antibelicismo, aunque el guión y la materialización cinematográfica adolezcan
de casi todos los defectos de la época (estereotipos sociológicos, simplismo
ideológico, sexualidad reprimida pero latente, convencionalismos fílmicos
varios), además de alargarse hasta casi las dos horas. La escena del comienzo
está calcada de un film de Jack
Smight, Damnation Alley y la idea del
ordenador de defensa que toma el control parece extraída de Colossus: The Forbin Project. El
director, John Badham (autor del idioteque
setentero Fiebre de sábado noche),
volvería a intentar repetir el éxito con Cortocircuito.
Etiquetas:
1983,
Adolescencia,
Antibélicismo,
Guerra Fría,
Holocausto nuclear,
Intriga,
John Badham,
Juegos de guerra,
Matthew Broderick,
Ordenadores
jueves, 23 de agosto de 2012
El fuego de la venganza
2*
Toni
Scott dirige este remake, sobre una
historia repleta de tópicos (en la trama, en los diálogos, en los
personajes) y con su característico estilo videoclipero (con la complicidad del director de fotografía y del montador). Además, la trama está muy estirada en su desarrollo, aunque para hacer creíble
la cruzada personal del protagonista, el comienzo no está mal planteado. Sin
embargo, la segunda parte de la historia se aleja de una duración adecuada.
Ideológicamente, la trama es, cuando menos, perversa: un asesino especializado
en la lucha contra la insurgencia, se vuelca en la protección de la hija de
unos padres adinerados, en el México DF actual y en el contexto de un rebrote de
secuestros cometidos por hermandades de sicarios. Pero las
cosas se complican, por lo que Creasy (Denzel Washington, en un papel que había
bordado años antes Scott Glenn) deberá luchar contra su alcoholismo y hacer uso de toda su experiencia acumulada [Spoiler: Como es natural, tras el asesinato de la niña, el ex asesino profesional no derrama ni una lágrima y se pone manos a la obra: vengar violentamente la muerte de la pequeña, óptimamente interpretada por Dakota Fanning]. Así, el ex mercenario, para administrar justicia y con la intención de justificar sus remordimientos y sus dilemas morales, pasa del asesinato al cristianismo, de la pistola a la Biblia , de una forma muy abrupta e inverosímil. Y lo hace con esa
ligereza tan propia de los pistoleros fundamentalistas USAmericanos. Completan
el reparto un plantel de extrañas figuras, que atestiguan el carácter enlatado
del producto: Marc Anthony, Radha Mitchell, Christopher Walken, Giancarlo
Giannini y Mickey Rourke. Finalmente, es una película tramposa (a cuento de qué
conservan los secuestradores ese as en la manga) y lacrimosa, por cuanto
pretende hacer pasar una venganza ajena por una redención personal.
lunes, 20 de agosto de 2012
La ley del revólver
2.5*
Lesley Selander tiene en su haber más de 130 películas, la
mayoría de ellas Westerns de bajo presupuesto, rodados desde finales de la
década de los treinta hasta mediados de los cincuenta del siglo XX. En este
caso, el argumento es de una simplicidad aplastante. Una maestra llega a un
pueblo de Nuevo México para encargarse de unos endiablados estudiantes. A la
vez, un grupo de ganaderos, dirigidos por el sempiterno y apocado Hopalong Cassidy (un William Boyd a la sombra de John Wayne, Alan Ladd o Randolph Scott),
debe perseguir a un grupo de cuatreros. Para cruzar ambos planos narrativos, surge
la figura de un chaval (especie de Huckleberry Finn insufrible) y de la propia
maestra. La trama está repleta de esa ingenuidad típica del bienpensante
USAmericano medio de la época, que no quería destilar de su pasado salvo capacidad
de sacrificio, bondad y compostura. La película cuenta con un buen puñado de números musicales un tanto pelmas y gratuitamente dilatados, alguna escena de acción
más propia del cine mudo que del sonoro y unos personajes que asoman su cabeza por
el más primigenio de los pasados, de lo acartonados que están, aunque el
espectador pueda simpatizar con sus añejas visiones del mundo y con sus nobles
intenciones. Para pasar una tarde de domingo postrado en el sillón. Eso sí, el
fotógrafo era nada menos que Russell Harlan.
sábado, 18 de agosto de 2012
I... como Ícaro
4*
Tras el asesinato del Presidente Marc Jarry, el Fiscal Henri
Volney (Yves Montand), insatisfecho con la versión oficial de la Comisión Heiniger,
emprende una minuciosa investigación para resolver los puntos oscuros del magnicidio.
La película se propone, pues, mostrar los entresijos ocultos y las
implicaciones del poder, de los servicios secretos y de los lobbys económicos en la comisión de una conspiración,
inspirándose en el caso del Presidente John F. Kennedy, como haría
posteriormente Oliver Stone en su laberíntica obra maestra JFK (una película que tensa magníficamente las relaciones entre el cine y la historia, tal y como ha señalado Robert Rosenstone). O como hizo Tonino Valerii unos buenos años antes en La muerte de un presidente, o David Miller en Acción ejecutiva, o Alan J. Pakula en un thriller político similar, El último testigo, de 1974. La trama se desarrolla en un imaginario país, mínimo común
denominador de las democracias occidentales pero con fuertes resonancias
USAmericanas. Todo ello sobre la base de un guión sabiamente escrito, repleto
de suspense y de inteligentes reflexiones ético-políticas, que consigue
desplegar una entretenida estructura de política ficción que cuenta, además,
con dos o tres momentos de tensión muy bien conseguidos. Un montaje sobrio y una
puesta en escena planificada al detalle, obra de un Henri Verneuil en estado de
gracia que, además, es capaz de ofrecer al espectador asombrosos encuadres
(como ese del comienzo en el que se ve en un solo plano todo lo que ve el
tirador) y de obtener una magnífica interpretación de Yves Montand. Curiosamente,
sin embargo, la BSO de Morricone no está a la altura del producto final porque
su partitura bascula entre una música típica de giallo y una experimentación desorientada. Como curiosidad, en la
película, aparece una sesión completa del Experimento Milgram, que demuestra la tendencia de la población a cumplir las órdenes de la
autoridad.
Etiquetas:
1979,
Drama,
Ennio Morricone,
Experimento Milgram,
Henry Verneuil,
Historia,
I... como Ícaro,
John F. Kennedy,
Oliver Stone,
Suspense,
Thriller,
Yves Montand
viernes, 17 de agosto de 2012
La casa del ángel
4*
Leopoldo Torre Nilsson consiguió una de las más extrañas
joyas de la cinematografía argentina con esta historia de 1957, escrita por
Beatriz Guido, sobre el despertar sexual de una chiquilla de buena cuna. Como
casi todos los intelectuales argentinos, de orígenes acomodados, Guido y
Nilsson se ven tentados a desarrollar la historia en el ambiente que conocen.
En este caso, en Adrogué y en una mansión señorial del barrio de Belgrano, en las primeras
décadas del siglo XX. Torre Nilsson presenta una contundente crítica de una
sociedad hipócrita, conservadora y aristocrática que practica todo tipo de medidas
represoras. Pero también denuncia el ambiente claustrofóbico en el que se educa
a la protagonista, Ana Castro (Elsa Daniel), una educación que bascula entre los
valores de un padre carpetovetónico y de una madre fieramente religiosa y
formal. Como nuestro Federico García Lorca. Además, la figura de Nana subraya los elementos sádicos y crueles
latentes en los valores de dicha sociedad. Por último, Torre Nilsson aprovecha
para radiografiar los intereses y la codicia de la clase política de la época y
presenta a toda una desheredada sociedad, aunque lo hace en rápidos destellos y
en los márgenes del argumento. Aun así, la crítica es contundente. Por otro
lado, como en un relato de Henry James, los detalles (incluso los más crueles,
como una violación) son más sugeridos que mostrados y los límites entre la
ensoñación y la realidad se emborronan con la neblina del recuerdo.
Cinematográficamente, Torre Nilsson se muestra inspirado por el jugueteo del pack Welles-Toland (en la planificación
y en el encuadre) y por el expresionismo (en la iluminación y en la puesta en
escena). El montaje, además, denota ganas de romper moldes. La BSO, por último,
subraya tanto el aire lúgubre y rancio del retrato como la modernidad del
planteamiento.
Etiquetas:
1957,
Adaptación,
Argentina,
Beatriz Guido,
Drama,
Educación,
Elsa Daniel,
Henry James,
La casa del ángel,
Leopoldo Torre Nilsson,
Represión,
Sexo
jueves, 16 de agosto de 2012
Truco o trato: terror en Halloween
3*
El argumento de
esta Trick'r Treat desarrolla varias
historias que se superponen y entrecruzan, mediante flashbacks y flashforwards,
y que se desarrollan en la quimérica noche de Halloween, con Jack-o'-Lantern
zascandileando por toda la trama. Michael Dougherty escribe y dirige esta
pequeña cult movie, con un estupendo
diseño de producción (decorados, vestuario, iluminación) y un mágico y variado grupo de
atmósferas siniestras, oscuras, desalmadas. Una película francamente gamberra y
con un valiente humor negro, como uno de esos capítulos especiales de Halloween
de Los Simpson. La introducción se
inspira en Creepshow pero hay que
añadir la profundidad narrativa de En
compañía de lobos, de Neil Jordan. Finalmente, todo el film se convierte en un homenaje juvenil al clásico slasher de Carpenter, La noche de Halloween, combinado con el
designio subversivo y atroz del mundo de Burton, especialmente de su Pesadilla antes de Navidad.
miércoles, 15 de agosto de 2012
Mis 5 imprescindibles de Naomi Watts:
-
Los chicos del maíz 4: la reunión (1996).
-
Mulholland Drive (2001).
-
21 gramos (2003).
-
Ellie Parker (2005).
-
Caza a la espía (2010).
Etiquetas:
1996,
2001,
2003,
2005,
2010,
21 gramos,
Caza al espía,
Ellie Parker,
Los chicos del maíz 4: la reunión,
Mulholland Drive,
Naomi Watts
sábado, 11 de agosto de 2012
Sherlock holmes y la mujer araña
3*
Tras las dos
películas inaugurales de la 20th Century Fox, la Universal produjo (en la
década de los años cuarenta del pasado siglo) 12 películas sobre la mítica creación
de Arthur Conan Doyle: Sherlock Holmes, el consulting
detective londinense, y su ayudante, el doctor Watson (con la excelente
pareja de actores, Basil Rathbone y Nigel Bruce, en los papeles protagonistas).
Los encargados de dirigir fueron Sidney Lanfield, John Rawlins, Alfred L.
Werker (que dirigieron una película cada uno) y, mayormente, Roy William Neill
(que dirigió el resto de la serie). En esta entrega, la 7 (contando las dos de
la Fox), Sherlock Holmes debe enfrentarse a la letal versión femenina de su
archienemigo el profesor Moriarty, Adrea Spedding, en un refrito conseguidamente
ingenioso y entretenido de varias historias del autor escocés, como era
habitual en el ciclo. Aparte de esta licencia, se transformaron los personajes
originales de Watson y Lestrade, restándoles sus capacidades y competencias
para resaltar la efectividad del detective de Baker Street. Por último, se ruega mucha atención al irónico y tenso final.
viernes, 10 de agosto de 2012
Scorpio rising
3*
Scorpio Rising (1964), de Kenneth Anger, es uno de los primeros films postmodernos, por varios motivos:
por su tratamiento semi documental de la cultura popular, en concreto del mundo
de los moteros, y por incluir una BSO compuesta casi enteramente de hits populares (Bobby Vinton, Elvis
Presley, Ray Charles) que, además, van acotando segmentos significativos del film. Sin duda, es un mediometraje (28’)
muy influyente en el cine posterior, especialmente en Marin Scorsese, Quentin Tarantino, Andy
Warhol, John Waters o David Lynch. Incluso la reciente y popular Drive, de Nicolas Winding
Refn, le rinde un pequeño homenaje. Con múltiples referencias a la
cultura pop (las motos, las bandas callejeras), al cómic (Freckles and his Friends, El
Príncipe Valiente), a las drogas, a las armas y al cine (James Dean, Marlon
Brando), la película despliega múltiples implicaciones sociológicas, políticas
(referencias al nazismo), religiosas y sexuales (al mostrar, por ejemplo, un
mundo viril y homosexual, con una estética que parece competir con el mismo Tom de Finlandia), todo con un guión abierto
pero narrativo y sin ningún diálogo.
jueves, 9 de agosto de 2012
Alien, el octavo pasajero
4*
De camino a la tierra, la nave comercial Nostromo localiza una supuesta llamada
de socorro que proviene de un insólito planeta. Al ir a investigar, los
tripulantes descubren restos de una nave alienígena y, en su interior, una
extraña y embrionaria forma de vida que se adhiere a la cara de John Hurt. Al
regresar a la nave, la extraña criatura comenzará a crecer. De hecho, se
convertirá en el 8º pasajero de la nave. Una idea muy sencilla que en pantalla,
sin embargo, cobra una especial atracción gracias al tratamiento
cinematográfico que le imprimió Ridley Scott, gracias a una imagineria visual inspirada
en el trabajo de Kubrick (aunque con tonos más ocres, oscuros y sucios) y a un
diseño de producción espectacular, obra de H.R. Giger, Moebius, Ron Cobb y
Chris Foss, entre otros. Una película que tiene varias virtudes, una de las
cuales consiste en que, según avanza la historia, van apareciendo más preguntas
que respuestas. Otra consiste en sus impresionantes FX’s así como en su ambientación y sus efectos visuales. Una más en
su acertado uso del ritmo y del suspense, como ha señalado Roger Ebert. Por
otro lado, la película disuelve las fronteras de varios géneros (la SciFi, el terror, el cine de monstruos, el
cine social) gracias a un soberbio trabajo del guionista del primer film de
John Carpenter, Dan O’Bannon (con varias similitudes con El
enigma de otro mundo, de Crystian Nyby, y con Terror en el espacio, de Mario Bava). Además, Alien encumbró a Sigourney Weaver a la categoría de heroína moderna
gracias a su contenido trabajo y a su combativo y sexy personaje. Finalmente, el
éxito fue tal que ha dado pie a toda una saga de secuelas (Aliens), precuelas (Prometheus)
y crossovers (Alien vs. Predator), entre otros productos de la industria cultural, como comics o videojuegos.
miércoles, 8 de agosto de 2012
La bahía del odio
3*
Quinta
producción de Louis Malle en los EE.UU. de América, Alamo Bay fue estrenada en 1985. El film rinde homenaje a la cultura usamericana (y también a su cine) sin
renunciar a la personalidad combativa propia del director francés, en la estela
de un Wim Wenders o un Werner Herzog. La película dramatiza los conflictivos sucesos racistas que enfrentaron a Texanos y white
trash contra una comunidad de Vietnamitas católicos, entre los años de 1979
y 1981, a propósito de la pesca del camarón en el Golfo de México y la
subsiguiente competencia salarial. Y lo hace con elementos del telefilm (de ahí el inserto romántico en
la trama) y del documental (especialmente en las escenas de pesca): no por
casualidad, Louis Malle había trabajado tiempo ha con el oceanógrafo Jacques
Cousteau. La música de Ry Cooder (colaborador de Wenders), se muestra un tanto
inapropiada: es hermosa pero no termina de encajar con algunas escenas, lo cual
se percibe ya desde los títulos de crédito. Por otro lado, hay que hacer mención
a la contenida interpretación de Ed Harris frente al exagerado personaje de Amy
Madigan. Sobre la inmigración USAmericana y sus aprietos, pueden verse también
las estupendas Alambrista, Río abajo, La frontera y Lone Star, junto con la bronsoniana 20.000 millas de la justicia.
martes, 7 de agosto de 2012
El submarino
3.5*
Das Boot (en su título original), francamente, no
es una película antibelicista. Como tampoco lo es Duelo en el Atlántico, el reverso de esta historia. Funciona, más
bien, como alegoría de la posición alemana en la II Guerra mundial. Es decir, a
pesar de la fértil voluntad, el arrojo y la íntegra actitud de muchos militares,
el esfuerzo fue en vano. Sin embargo, a nivel narrativo, el suspense y la acción funcionan a las mil maravillas, disparando la empatía del espectador, que se
siente identificado con las peripecias de un buen puñado de camaradas de armas
en el claustrofóbico ambiente de un submarino pre nuclear. Algunas muy buenas
interpretaciones (especialmente la de Jürgen Prochnow), normales el resto y
mediocres otras tantas, y una BSO desubicada por momentos (atención a ese toque
hispánico en el score cuando el
submarino llega a Vigo). Una de las características más encomiables del film es, sin duda, la puesta en escena,
que es tensa, abigarrada, ingeniosa y que consigue explotar con originalidad
las limitaciones del set. Otra es el
ritmo, que es sabiamente controlado y dosificado por el director, Wolfgang Petersen. Sin embargo, a lo largo de la
trama, algunas escenas se repiten y otras son un tanto inverosímiles. En todo caso, es una de
las mejores películas sobre submarinos de toda la historia del cine (por encima
de K-19, La caza del Octubre rojo o U-571).
Suscribirse a:
Entradas (Atom)