Scorpio Rising (1964), de Kenneth Anger, es uno de los primeros films postmodernos, por varios motivos:
por su tratamiento semi documental de la cultura popular, en concreto del mundo
de los moteros, y por incluir una BSO compuesta casi enteramente de hits populares (Bobby Vinton, Elvis
Presley, Ray Charles) que, además, van acotando segmentos significativos del film. Sin duda, es un mediometraje (28’)
muy influyente en el cine posterior, especialmente en Marin Scorsese, Quentin Tarantino, Andy
Warhol, John Waters o David Lynch. Incluso la reciente y popular Drive, de Nicolas Winding
Refn, le rinde un pequeño homenaje. Con múltiples referencias a la
cultura pop (las motos, las bandas callejeras), al cómic (Freckles and his Friends, El
Príncipe Valiente), a las drogas, a las armas y al cine (James Dean, Marlon
Brando), la película despliega múltiples implicaciones sociológicas, políticas
(referencias al nazismo), religiosas y sexuales (al mostrar, por ejemplo, un
mundo viril y homosexual, con una estética que parece competir con el mismo Tom de Finlandia), todo con un guión abierto
pero narrativo y sin ningún diálogo.
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