jueves, 23 de agosto de 2012

El fuego de la venganza

2*

Toni Scott dirige este remake, sobre una historia repleta de tópicos (en la trama, en los diálogos, en los personajes) y con su característico estilo videoclipero (con la complicidad del director de fotografía y del montador). Además, la trama está muy estirada en su desarrollo, aunque para hacer creíble la cruzada personal del protagonista, el comienzo no está mal planteado. Sin embargo, la segunda parte de la historia se aleja de una duración adecuada. Ideológicamente, la trama es, cuando menos, perversa: un asesino especializado en la lucha contra la insurgencia, se vuelca en la protección de la hija de unos padres adinerados, en el México DF actual y en el contexto de un rebrote de secuestros cometidos por hermandades de sicarios. Pero las cosas se complican, por lo que Creasy (Denzel Washington, en un papel que había bordado años antes Scott Glenn) deberá luchar contra su alcoholismo y hacer uso de toda su experiencia acumulada [Spoiler: Como es natural, tras el asesinato de la niña, el ex asesino profesional no derrama ni una lágrima y se pone manos a la obra: vengar violentamente la muerte de la pequeña, óptimamente interpretada por Dakota Fanning]. Así, el ex mercenario, para administrar justicia y con la intención de justificar sus remordimientos y sus dilemas morales, pasa del asesinato al cristianismo, de la pistola a la Biblia, de una forma muy abrupta e inverosímil. Y lo hace con esa ligereza tan propia de los pistoleros fundamentalistas USAmericanos. Completan el reparto un plantel de extrañas figuras, que atestiguan el carácter enlatado del producto: Marc Anthony, Radha Mitchell, Christopher Walken, Giancarlo Giannini y Mickey Rourke. Finalmente, es una película tramposa (a cuento de qué conservan los secuestradores ese as en la manga) y lacrimosa, por cuanto pretende hacer pasar una venganza ajena por una redención personal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario