Uno de los clásicos del slasher, origen de varias imitaciones de
distintas calidades y, todavía hoy, un hito del terror canadiense. Bob Clark
materializa varias constantes del género con franca pericia y un logrado
suspense: una fraternidad de estudiantes femeninas acosadas por un individuo demente
que realiza constantes llamadas lascivas, cámara subjetiva para retratar las
correrías criminales, muertes “imaginativas”, varios sospechosos, heroína
acorralada, etc. El carácter subversivo del film,
repleto de conversaciones y de motivos espinosos (palabrotas, sexo, alcohol,
aborto), enriquece la trama ofreciendo, además, una representación sociológica
de una buena parte de la USAmerica de la época, algo que no es ajeno a otras
películas de similar contenido (en tiempos recientes, Scream sería un buen ejemplo). Por cierto, el comienzo de la
película remite directamente al principio de Blow Out, el famoso thriller de Brian de Palma, mientras el final sería calcado por la inmensa mayoría de
las películas posteriores en su género. Llama
un extraño, de 1979, aprovecha parte del desenlace de esta historia en su
primer tercio. Curiosamente, la idea de asociar la demencia del asesino con un
ático ha sido sustituída, en las últimas décadas, por la metáfora del sotano.
Sería interesante investigar las razones de este cambio. Por otro lado, la
historia cuenta con varias apreciables interpretaciones, especialmente de Olivia
Hussey (la Julieta de Zeffirelli), Margot Kidder (la Lois Lane de Superman) y John Saxon (en un papel que
volvería a repetir con cierta asiduidad, como En pesadilla en Elm Street). El mismo año del estreno, Tobe Hopper
presentaba su obra maestra y, al año siguiente, Clark volvería a alcanzar altas cotas macabras con su Asesinato por
decreto.
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