Norte de Pasadena, California. Año 2012. tres
adolescentes nerds, en busca de
popularidad, pretender celebrar el cumpleaños de uno de ellos en casa de sus
padres. Para ello, lanzan una invitación viral que consigue movilizar a cientos
de personas. Resultado: una de las High
School parties más locas y salvajes de las que se recuerdan en el cine.
Mucho más loca y salvaje que la de Desmadre
a la americana, Risky Business, Movida del 76, Ya no puedo esperar o Supersalidos. Project X es un retrato despiadado de una generación de clase
medio-alta que consigue canalizar su vacío mediante la exageracion de varias
constantes (sexo, drogas y alcohol) junto con la más plana e inocensiva subversión
(tipo Jackass). La idea que subyace es
muy sencilla: la fiesta como rito de iniciación y presentación en sociedad. Y es que una auténtica party puede ser una buena radiografía de las costumbres sociológicas de la época en que se desarrolla. Warner Brothers produce esta película y
la dirige el novel Nima Nourizadeh, con una mezcla de texturas y formatos
visuales (en plan falso documental), muy bien montada y espectacularmente iluminada. Por su parte, estética y
musicalmente, parece una rave light de los Zombie Kids. El listón está alto pero uno se queda con la sensación de que se
puede filmar una fiesta aún más brutal y absurda. No tendremos que esperar
mucho. Al tiempo. Igual que pasó con Hemingway que, después de Fiesta, publicó póstumanente París era una fiesta.
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