martes, 20 de enero de 2015

El nombre de la rosa

4*

En una abadía bajomedieval italiana se están cometiendo unos asesinatos justo en el momento en que se va a producir un debate teológico entre franciscanos y representantes del Papa. Fray Guillermo de Baskerville (un trasunto de Occam, Holmes y el propio Eco, al que pone cara un mimetizado Sean Connery) acude a la abadía para investigar los asesinatos. Para ello, contará con la ayuda de su discípulo Adso (Christian Slater) aunque chocará con el representante de la Santa Inquisición, Bernardo Gui (F. Murray Abraham). Adaptación fílmica del erudito pero entretenido best seller de Umberto Eco, el apocalíptico semiólogo italiano, rodada con mucho cariño y respeto por un Jean-Jacques Annaud francamente inspirado. La película es un prodigio en la reconstrucción histórica (algo de lo que el director ya dió buenas muestras en En busca de el fuego) y en el desarrollo del suspense, pese a algunos fallos de guión (como la salida del laberinto, por ejemplo), y, además, consigue crear un micromundo absolutamente verosímil mediante una curiosa postura postmoderna de base: situar arquetipos literarios contemporáneos (incluyendo a Borges) en un mundo tan extraño y supersticioso como la cristiandad medieval. Los actores cumplen a la perfección con sus roles (mención especial a toda la galería de secundarios, como Ron Perlman), la fotografía es deliciosamente oscurantista y el score consigue trasladar al espectador al otoño de la Edad Media. Finalmente, todo este palimpsesto trasciende el puro entretenimiento sirviendo en bandeja una devastadora crítica contra la hipocresía y la crueldad de la Iglesia de Roma.

2 comentarios:

  1. en aquel entonces me impactó la película. el año pasado volví a verla en la pequeña pantalla. sigue siendo una maravilla, aunque se nota de alguna manera la estética de cuando se hizo. la vi como obra de arte ahora, pero ya no me daba miedo. cuanto cambia la visión según el momento! incluso no es lo mismo si la ves a las 10 de la mañana y a las 10 de la noche. por la mañana sería como viendo un documental. lo del laberinto ni me había dado cuenta. los especialistas que miráis estas cosas. sí, lo de la semiótica fue muy bonito jejeje que tiempos! gracias por la pastilla! un abrazo

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  2. Querido Anónimo: muchísimas gracias por tu comentario. La verdad es que a Zineface le ha encantado leerlo ya que está lleno de sutiles comentarios sobre la crítica de arte. Por cierto, Zineface tiene muchos defectos pero ser especialista no es uno de ellos. Un abrazo también para ti y muchas gracias de nuevo por dejar tus reflexiones por estos lares.

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