Modesta película
de atracos y persecuciones, correctamente rodada, montada e interpretada, que
contiene curiosas similitudes con la mucho más ambiciosa y reciente Heat, de Michael Mann. Tiene un comienzo
muy parecido al de Orden: Caza sin
cuartel, con Richard Basehart, describiendo la dedicación policial en la
ciudad de Los Ángeles. El espectador avezado también encontrará puntos de
conexión con Atraco perfecto, de Stanley
Kubrick, El cuarto hombre, de Phil Karlson, y con El Reparto, de Gordon
Flemyng, lo que transforma este film de Richard Fleischer en una especie de arquetipo originario para algunas tramas del thriller moderno. Por cierto, una curiosidad para el espectador hispanohablante. Atención
a 2 o 3 sorprendentes expresiones castellanas del doblaje: no tienen
desperdicio.
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