Justo dos años después de fotografiar Por un puñado de dólares y La muerte tenía un precio, Massimo Dallamano estrenó su primera película como director, Bandidos, protagonizada por Terry Jenkins y Enrico María Salerno,
sobre una historia de Luís Laso y nuestro Juan Cobos. El argumento es el siguiente:
un hombre se dedica a entrenar a un tirador para que pueda perseguir y castigar
a quien, tiempo ha, agujereó sus manos con un revólver, su antiguo amigo Billy
Kane. Se trata de la típica historia de venganza del subgénero pero, esta vez,
tratada con cierto tino y suficiente creatividad visual (como en la escena del
duelo final), aunque su dependencia del estilo de Sergio Leone es evidente.
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