lunes, 24 de febrero de 2014

Agente especial (Aka The Big Combo)

3.5*

Una de las películas más noir de todo el género negro USAmericano de los cuarenta y cincuenta, rodada con un nervio envidiable y con una depravación sorprendente por un Joseph Lewis casi irreconocible detrás de la cámara. Un Joseph Lewis que desde Relato criminal y El demonio de las armas no había vuelto a demostrar su enorme talento en este género. De hecho, tanto en la denuncia de la corrupción como en la descripción de diferentes y turbios negocios; tanto en la presentación de unos personajes obsesivos y pasionales como en la escritura de los diálogos, repletos de sucios y perversos matices; tanto en la explicitación de la violencia como en el uso de la elipsis, Lewis desciende al submundo torturado y fetichista de las alcantarillas para contarnos, a partir de allí, el origen desde donde se levantan muchos de los imperios económicos, en este caso el del Señor Brown (Richard Conte). Además de las irrefutables composiciones del propio Conte, Jean Wallace y Cornel Wilde, y de un buen puñado de magníficas escenas, planificadas al detalle y rodadas con mucha imaginación, el film ofrece una excelente fotografía de John Alton, abosolutamente desquicidada en sus contrastes de luz y sombras y en su oblicua —y, por tanto, expresionista— estructura. Por cierto, los personajes de Lee Van Cleef y Earl Holliman, los dos matones de Mr. Brown, llamados Fante y Mingo, son de una originalidad y una solidez aplastantes, como el resto de personajes, por cierto.





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