El mismo día de su santo, el 1 de abril (fool's day), Marty es objeto de una
broma que termina en accidente. Unos años después, todos los implicados en la
broma son invitados a asistir al High
School donde ocurrió pero, una vez dentro, son asesinados uno a uno, en lo
que parece una terrible y sangrienta venganza. Uno de los slashers más desconodicos para el gran público pero no por ello
totalmente carente de interés. Al contrario. Sobre una excusa argumental
similar a la de The Burning, el equipo de directores
pone en escena una típica trama de asesinatos en serie, con el desparpajo, la
usencia de rigor y las salpicadas de sangre propias del género. Aunque en este
caso, el film es británico, no USAmericano (ni canadiense), como suele ser lo
habitual. La película tiene cientos de fallos de raccord y de guión y unas interpretaciones chapuceras pero
contemplar en pantalla a Caroline Munro, como una adolescente de “36” años, es
una auténtica sorpresa, al igual que el innovador final. En la línea de Inocentada sangrienta, Siete
mujeres atrapadas o Mil gritos tiene
la noche, por ejemplo.
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