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John Carpenter inauguró oficialmente
el subgénero del
psicho killer metafísico, es decir, esa clase de películas donde el asesino es más bien una
idea que una persona. Y esa idea es el mal, la representación de la maldad. La
idea de Carpenter se subraya por el hecho de que Michael Myers, el psicópata,
no pronuncia ni una sola palabra en todo el
film,
resaltando así su naturaleza inhumana. Mucho es lo que se ha escrito sobre este
clásico del
slasher contemporáneo,
auténtica carta de presentación del director de Carthage. Y poco más se puede
añadir. Sin embargo, poco se sabe sobre sus antecedentes y descendientes. Entre
los primeros, hay que nombrar
Haunts
(de Herb Freed),
When a Stranger Calls
(de Fred Walton),
Navidades negras
(de Bob Clark) y
Are You in the House
Alone? (de Walter Grauman). Incluso la historia pergeñada por Carpenter
recuerda al argumento de
Fright, de
Peter Collison. O al capítulo "Bobby" de
Dead of Night, del gran Dan Curtis. Eso por no mencionar el propio cortometraje que, en 1969, dirigió el propio director de Carthage,
Captain Voyeur, un aclaro antecedente estilístico y temático de este
film. En todo caso, hay que señalar que
Are You in the House Alone? es también el precedente directo de la
saga
Scream. Entre los segundos, hay
que citar
No respondas al teléfono
(de Robert Hammer),
The Silent Scream
(de Denny Harris) o
He Knows You’re Alone,
que es una auténtica
mimicry de la
obra maestra de Carpenter, a la vez que un antecedente directo de
Scream II (la escena de inicio en el
cine es un precedente directo de la del
film
de Craven). En definitiva, un
film que, debido a la cantidad de elementos anteriores que consiguió reunir, y, sobre todo, debido a la cantidad de imitadores que ha desatado desde su estreno, puede ser considerada como un auténtico
bedrock of order del terror contemporáneo.