Supervitaminada y mineralizada segunda
entrega del superhero team de la
Marvel, el todopoderoso contubernio que se hace llamar The Avengers, con una pequeña representación de alguno de sus más
conspicuos integrantes (los que aparecen en la primera parte de la saga, es
decir, superhéroes de reconocido tirón comercial, que Stan Lee no es tonto) y
con la presencia, nada menos, que de Ultrón, el robot egocéntrico. Al contrario
que la primera parte de la serie, sin embargo, el guión flojea más de la cuenta
(negativo a Joss Whedon) y el espectador nostálgico corre el riesgo de
aburrirse entre tantas batallas hiper cósmicas, entre tanto pressing catch cuasi mutante y entre
tanto compañerismo pseudopatriotero y pseudo dramatizado. De hecho, el texto
deja fuera varias complicaciones y complicidades del evento creado por el comic book original, obra de Brian
Michael Bendis. En todo caso, un film
poderosamente rodado y montado, con unos FX de últimísima generación, que
articulan a la perfección varias contundentes escenas de acción (como la lucha
entre Hulk e Iron Man, por ejemplo), y con la siempre estimulante presencia de
Robert Downey Jr. (en su fantástico papel de Tony Stark/Iron Man) y de la
actriz de la casa de al lado, Scarlett Johansson, cada uno para un público muy
bien determinado. Ahh, por cierto, además se puede contemplar al insípido
Capitán América y el mitológico Thor, el escandinavo de acero. Una película intrascendente,
por tanto, que gustará a espectadores +/- 16 años, aunque estén acostumbrados a esta clase de historias y a esta clase de efectos especiales debido a su adicción cuasi diaria a los videojuegos.
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