miércoles, 10 de mayo de 2017

Blue Jasmine

2*

No es la vida la que le lleva a acabar así a Jasmine sino su propia forma de ser, su personalidad. Y Woody Allen parece no querer darse cuenta, del todo… En fin, una de las películas de relleno de la máquina cinematográfica anual del director neoyorkino, absolutamente estereotipada y exagerada (en la trama, en el diseño de personajes, en las actuaciones, en los diálogos, en las reacciones, en casi todo. Por no hablar del doblaje). Por no decir innecesaria. Y ello, por supuesto, porque el hecho de que una rica knickerbocker de la Gran Manzana (de Park Avenue, para más señas) se vea en la ruina, se la trae al pairo a la inmensa mayoría de los espectadores. Ni siquiera como explicación de la “estafa financiera” ésta, que muchos llaman “crisis económica”. El resto de giros argumentales, superfluos y fantasmagóricos (Jasmine decide irse al contracultural San Francisco, se dedica a tomar prozac y otros antidepresivos, así como a interferir destructivamente en la vida de su hermana proletaria, es seducida por un riquísimo candidato a la política, etc.), pasan sin pena ni gloria por delante de la pantalla (la omnipresencia de la Blanchett tampoco ayuda mucho, la verdad), en un momento histórico y cultural de auténtica crisis moral y laboral Occidental. El año del estreno fue 2013. Mal momento para soltar al ruedo una película así. Aunque sí que es verdad que podría considerarse como una radiografía sobre la clase de mujeres que están detrás de la especulación financiera que nos ha llevado a la crisis. Pero no funciona como denuncia, ni como diagnóstico, ni como ilustración…

2 comentarios:

  1. La película en si no me gustó mucho. Estoy de acuerdo que no es gran cosa. No es una de estas películas que te marcan o que marcan la forma de hacer cine. Sin embargo, a me el personaje de Cate Blanchett me gustó mucho. Además creo que detrás de esta crisis moral y laboral estamos todos nosotros. Otra cosa es que se hayan aprovechado unos pocos. Yo veo el personaje como una mujer frágil y perdida, que no ha sabido aprovechar las cartas que le tocaron al principio. Un abrazo y gracias!

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  2. Querido anónimo: muchísimas gracias por tu comentario y por tus palabras. Zineface lo agradece especialmente. Aunque dice que no está muy de acuerdo con algunas de las cosas que afirmas. Un abrazo de vuelta, por supuesto. Y gracias a tí, de verdad.

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