Potabilísimo mediometraje de la
serie de TV Ghost Story, dirigido por
Paul Stanley y con un argumento que hará las delicias de todos los aficionados
a las cultos satánicos y demoníacos. Un film
muy bien rodado y montado y con un clima y una tensión maravillosos. En
definitiva, una autentica joyaza retro vintage, escrita por el gran Richard Matheson (sí, una
vez más) y con un altísimo nivel de creatividad visual. El final, además, no
deja de tener cierta tensión, igual que el desarrollo de la trama. Aunque,
claro, estamos hablando de un producto de comienzos de la irredenta década de
los setenta.
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