lunes, 1 de mayo de 2017

Pánico en el transiberiano (Aka Horror Express)

3*

Aprovechando la infraestructura y el impulso de Samuel Bronston, Eugenio Martín recibe el encargo de rodar un film de terror con un argumento sorprendente: un antropólogo inglés descubre un fósil congelado en las montañas de Manchuria y decide llevárselo a Londres, metido en una caja, usando el mítico Transiberiano. En el trayecto, en un ambiente de comienzos del siglo XX y con una galería de personajes secundarios extraordinaria (desde la Condesa Petrovski hasta una especie de Rasputín, pasando por el Doctor Wells), una serie de cadáveres comienzan a aparecer, con los ojos inyectados en un blanco maléfico pero sangrantes a su vez, con lo que la intriga, el misterio y el suspense no se hacen esperar. Clásico del fantaterror español, con elementos extraídos de la ciencia ficción (nada menos que del mismo texto que inspiró La cosa de John Carpenter) y un film muy digno para la época en que se rodó y se estrenó (en este sentido, por supuesto, los efectos especiales y los maquillajes se han quedado un poquito añejos, aunque siguen siendo muy estimables, sobre todo los artefactos ópticos así como las maquetas utilizadas). En la misma línea, conviene recordar obras tan interesantes como El esqueleto prehistórico o En el corazón de la tierra. Como elementos destacados, hay que citar los apropiadísimos papeles de Peter Cushing, Christopher Lee y Alberto de Mendoza, así como los de las féminas Helga Liné o Silvia Tortosa. Pero el reparto completo, repleto de secundarios, hace glorioso el visionado de este tour de force de cine fantástico.

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