Comedia satírica de bajo perfil, autobiográfica y, finalmente, de sabor agridulce. Dirigida por
Hal Ashby a mediados de los setenta, gira alrededor de los escarceos
amorosos de un peluquero casanova irresistiblemente atraído por el sexo
opuesto, una historia basada en una obra de William Wycherley. El guión y la producción es de Warren Beaty y, cusiosamente, no parece
un producto dirigido a su exclusivo lucimiento o ensalzamiento. En todo caso,
cabe destacar las intepretaciones de los protagonistas, en particular las de
Julie Christie (amante de Warren Beaty en esa época) y la de Jack Warden (con quienes volvería a coincidir, por cierto, en El cielo puede esperar). Con
un ligero aliento subversivo, a la postre zozobra en su análisis de la clase pudiente
USAmericana de la época aunque sí acierta en la denuncia del vacio existencial
de buena parte de su ociosa mitad. Excelentemente fotografiada y planificada,
no destaca dentro de la comedia de la época pero sí merece un revisionado, en
especial por la imagen añeja y romántica de la ciudad de Los Ángeles (Rodeo
Drive) y de sus barrios residenciales (Beverly Hills y Coldwater Canyon), obra de László Kovács. Además
de por la música popular que suena de fondo (The Beach Boys, The Monkees,
Carole King, The Beatles, Jefferson
Airplane, Jimi Hendrix). Por
cierto, esta película suspuso el debut de Carrie Fisher, la futura Princesa
Leia y futura mujer de Paul Simon, ya que el cantante se casaría con ella poco
tiempo después de componer la BSO para este film.
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