En el extrarradio de Barcelona, en una zona
rural, cuatro personajes entrecruzan sus destinos por razones vitales y
laborales: María, una anciana que ingresa en una residencia; Raúl, un
agricultor que tiene que enfrentarse a una plaga en su viñedo; Rose, una
enfermerera Filipina que trabaja en la residencia; e Iurie, un inmigrante de origen
moldavo que practica la lucha libre mientras intenta salir adelante trabajando
en el viñedo de Raúl. Neus Ballús dirige una película valiente, rodada a contracorriente
de los tópicos del cine español, con una inspiración casi documentalista y extremadamente sensible y emocionante. Y lo
hace mediante una concepción fílmica que basa su efectividad en la
sofisticación de la sencillez. Por otro lado, el montaje consigue subrayar
perfectamente el ritmo tranquilo y sosegado de quien vive la vida, la sufre pero
también la disfruta. El resultado es una reflexion hermosa sobre la vejez y
sobre la supervivencia que se aprovecha de un guión que ha sido capaz de
adaptarse a las necesidades de la vida, impuestas durante los meses de rodaje.
Es sorprendente, también, la naturalidad de varios actores nóveles que
demuestran que la buena actuación, la creíble, en muchos casos no depende de
una formación escénica previa. Al contrario. En conclusion, un film bello, en el que te metes como por
casualidad y que te acaba regalando una sonrisa esperanzadora.
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