lunes, 8 de diciembre de 2014

La sal de la tierra (Aka Salt of the Earth)

4*

Frente al cine alemán anterior a la Segunda Guerra Mundial que, de alguna manera, ayudó a la ascensión del nazismo, Krakauer habló de “la redención de la realidad física” y, con ella, del cine realista. La sal de la tierra es una película, mitad profesional mitad amateur, sobre la lucha de unos mineros por sacar adelante una huelga para mejorar sus condiciones laborales y de vida. Además, la película retrata la lucha por la igualdad y la emancipación de las mujeres, es decir, el papel que las mismas pueden desempeñar tanto en la vida familiar como en el ámbito social. Considerada como una obra de interés histórico, se conserva una copia en el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de los EE.UU. El film fue rodado por Herbert J. Biberman, uno de los 10 de Hollywood, y muestra un espíritu progresista, comprometido y documental, donde la clase trabajadora aparece con sus miserias y sus limitaciones pero también con su dignidad y con su valentía (como en Matewan o en Odio en las entrañas). El argumento está basado en un hecho real al que solo se han cambiado los nombres. Por otro lado, tanto estética como moralmente, la película despliega una honda belleza. Tan honda que los sufrimientos, la unidad y la dignidad de los protagonistas de esta historia se quedan a vivir con el espectador mucho tiempo después de haber contemplado las imágenes. En 2014, Win Wenders ha estrenado una producción con el mismo nombre, por cierto.

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