lunes, 11 de julio de 2016

Quantum of Solace

2.5*

Un montaje rápido, vertiginoso, pero imperfecto, sigue las sucesivas peripecias de un Bond descontrolado, justo al día siguiente del final de Casino Royale y, por tanto, justo un día después de la muerte de Vesper Lynd (Eva Green). Pasable continuación temático-emocional de la obra maestra de Martin Campbell, dirigida con pulso errático e irregular por Marc Foster (de hecho, son los mismos guionistas en las 2 cintas). Daniel Craig cada vez está más convincente en el papel de 007: contundente, frío y elegante a partes iguales (de hecho, podría defenderse que es el mejor espía al servicio secreto de su Majestad, después de Roger Moore, por supuesto; es decir, es el actor más convincente poniendo la cara al agente secreto británico que salió de la pluma de Ian Fleming). La chica Bond esa que sale (Olga Kurylenko), sin ser espectacular, produce cierta admiración y el astuto y despiadado Némesis francés (Mathieu Amalric) crea un personaje a la altura de la trama y del mensaje eco-político de fondo. Un mensaje que, por cierto, es ciertamente apropiado al espíritu de los años 00 en que fue estrenada esta vigésimosegunda producción de la saga y que, como curiosidad, contiene un homenaje a James Bond contra Goldfinger. Sin ser una fiesta del cine, Zineface no cree que mucha gente pueda salir de la sala oscura decepcionada con el film. Sin embargo, se insiste, tampoco estamos ante una película inolvidable.

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