viernes, 11 de mayo de 2012

El buen ladrón

3*

Volvemos a las adicciones. En este caso, a las de Nick Nolte, un maduro ladrón, jugador y heroinómano al que las cosas no parecen pintarle bien. Por eso, decide apostar todas sus fichas a un último trabajo, un golpe falso que encubre a otro verdadero, como las copias de cuadros famosos, un golpe que planificará y ejecutará con la ayuda de un heterogéneo grupo de arrabaleros de la Riviera francesa, con la presión de un inspector de policía justo detrás. Cuando la cosas se complican y parece que todo se va a ir al garete, la suerte hace acto de presencia para justificar el aire de comedia de toda la película y para endulzar la sonrisa del espectador. Neil Jordan dirige esta historia con su proverbial riqueza visual, una mixtura –no siempre justificada- de estilos y referencias cinematográficas, la más conocida de las cuales es, sin duda, Jean Pierre Melville y su Bob le flambeur, de la cual Jordan hace un respetuoso remake. Excelente trabajo de Nick Nolte, admirable en su forma de susurrar esa mezcla de inglés culto y barriobajero que también sabe gritar convincentemente. Sutil también su trabajo corporal y expresivo, en un personaje que se balancea entre lo tosco y lo sensible sin abandonar esa atractiva y atrayente áurea de perdedor. El resto de actores incluye a un excéntrico Kusturica y a los Hermanos Polish, poseedores de una extraña filmografía. 



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