lunes, 27 de mayo de 2013

Él

3.5*

Probablemente, la mejor disección que se haya rodado jamás sobre el abismo en el que caen las personas celosas (muy por encima, por ejemplo, de Primavera precoz, Que el cielo la juzgue, El infierno o Te doy mis ojos). Francisco Galván, un rico burgués, hombre de bien y cristiano practicante, conoce a una mujer de la que se enamora perdidamente. Consigue casarse con ella aunque estaba prometida con un viejo amigo. Sin embargo, en la misma noche de bodas comienza a manifestar una exagerada inseguridad por cualquier hombre con el que su reciente esposa mantenga una simple conversación. Poco a poco, comienzan a aparecer los síntomas de los celos patológicos, una enfermedad cruel y compleja que afecta tanto al enfermo como a quienes le rodean, especialmente a la persona objeto de los mismos, que padece un continuo calvario de insultos, acusaciones arbitrarias, interrogatorios absurdos, vejaciones y demás artimañas de la sinrazón. Una sinrazón en la que suelen caer las personas celosas, las cuales, incluso, pueden desarrollar transtornos duales de la personalidad y paranoias de todo tipo. Aunque el guión pudiera parecer un tanto exagerado en su desarrollo (respecto de los efectos de la enfermedad en el protagonista y de la pusilanimidad de su esposa), la radiografía sigue siendo estremadamente certera y, además, está rodada y montada con esa aparente sencillez que está al alcance de muy pocos. Por su parte, los grandes actores mexicanos Arturo de Cordova y Delia Garcés componen dos excelentes intepretaciones.



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