Canción de cuna para un cadáver (Aka Hush... Hush, Swett Charlotte)
3.5*
Charlotte
Hollis (Bette Davies), una vieja solterona y antigua niña mimada del Sur, ha de
abandonar su vieja mansión porque en sus terrenos se va a construir una
autopista. Sin embargo, se niega a aceptar el deshaucio y, con la ayuda de su
prima (Olivia de Havillad) y de un amigo de ambos (Joseph Cotten), intentará
luchar contra la expropiación pero se enzarzará en una trama de engaños y
rencillas personales. El director de Doce del patíbulo, rueda una historia tortuosa con una puesta en escena que
combina una dirección clásica con un diseño de producción y una iluminación
casi gótica, de un retorcimiento lumínico casi expresionista, obra del operador
habitual del director, Joseph Biroc. Cautro años después de Psicósis, dos de ¿Qué fue de
Baby Jane? y estrenada el mismo año que Una mujer atrapada, Robert Aldrich ilumina con hermosos claroscuros morales y
una buena dosis de brutalidad fílmica (precursora del giallo y del slasher) una
historia que mezcla drama sureño, investigación criminal y cine de misterio,
con su correspondiente trauma juvenil. La atmósfera está excelentemente
conseguida y el film cuenta con
varias espectaculares interpretaciones, tanto del trío protagonista como de
Agnes Moorehead, Bruce Dern, George Kennedy y Mary Astor, en el último papel de
su carrera. Una película estimulantemente sórdida, una mixtura neogótica entre
Tennessee Williams y Dario Argento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario