Decía Sigmund Freud que el sexo
es una de las dos fuerzas principales que dirigen las acciones de los hombres.
La otra es la muerte y, curiosamente, el orgasmo sexual ha sido calificado de petite morte. Por su parte, Jacques
Lacan afirmó que si Freud centraba las cosas en la sexualidad lo hacía porque,
en la sexualidad, los seres parlantes balbuceamos. Pues bien, siendo esto así,
no es extraño que el mundo de la creación se haya acercado a esta realidad, a
esta búsqueda de una vida sexual rica y satisfactoria, tanto dentro como fuera
de relaciones personales más o menos duraderas. Pero el problema es cuando se
sustituye sexo por amor y se adereza con holgazanería emocional y una búsqueda
compulsiva del placer carnal. El argumento de este film se centra en el día a día de un adicto al sexo, en sus rutinas
y en sus tristes problemas de adaptación emocional (particularmente causados por
una sublimación enfermiza de la seducción y la conquista y por una concepción
del sexo basada, casi exclusivamente, en el dominio). Todo esto hasta que su
hermana llega a su casa de Nueva York y comienza a desestabilizar su single vida, hasta entonces sin aristas
ni remordimientos ni graves amarguras aunque con un abanico de emociones
humanas ciertamente patético. No es extraño que el personaje principal sea un
profesional exitoso, apuesto e interesante pero lo que sí es extraño es que
McQueen desarrolle su retrato entre la desdicha (esa primera escena en el
metro), una cierta complacencia (rodeada por la música de Bach) y el telefilm
hipster, aunque distintos tonos irónicos puntuales (subrayados por la BSO),
ciertos guiños de humor inteligente y unas interpretaciones bestiales salven la
función, por lo demás una película sencilla, cruda, con un interés estadístico aparentemente
limitado y una diseño visual poco elaborado (con varias escenas secuencia)
aunque semánticamente sugestivo (como la escena de la carrera nocturna, por
ejemplo).
el tema es muy complejo y muy amplio. ofrece muchas posibilidades de interpretación que no fueron explotadas. al principio la película impresiona por tratar el tema de forma abierta pero a pesar de la magnífica actuación del protagonista para mí se queda en la superficie. por cierto, creo que hubiera sido más interesante elegir un actor con un físico algo peor. hubiera sido más crudo y nos hubiéramos centrado más en la tormenta psicológica que en la parte trasera del protagonista, si es lo que pretendían los creadores, claro. un abrazo y gracias.
ResponderEliminarEfectivamente, querido anónimo: el tema es bastante más complejo que lo que presenta la película y, sobre todo, que la breve PastillaCrítica que Zinface ha pergeñado. En todo caso, Zineface está muy de acuerdo con lo que planteas. Un abrazo también para ti y muchísimas gracias por tu comentario. Que pases un feliz fin de semana, estés donde estés.
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