lunes, 29 de septiembre de 2014

12 años de esclavitud

3*

¿Qué es la libertad? Muchas son las páginas que se han llenado intentando responder a esta pregunta pero ninguna huela a sangre ni a miedo. De hecho, se puede intentar definir por lo que es pero también por lo que no es. Y el principal enemigo de la libertad es la esclavitud (mucho más dañino que la muerte, sin duda). Una esclavitud que no sabe de razas ni de sexo, como ha explicado Edward P. Jones en The Known World. Por eso, una pregunta aparece en el horizonte: ¿qué significó la esclavitud para los millones de negros que la padecieron? ¿Y qué significa para los que la siguen soportando? El cine y la literatura han intentado retratar esta experiencia de crueldad, humillación y sufrimiento. Una experiencia que nos avergüenza y que merece reconocimiento y reparación. Por eso, no faltan relatos acusadores y crónicas informativas. En este caso, el relato (hilvanado con gracia por Steve McQueen) parece tener una intención catártica y reconciliadora aunque si alguien quiere denunciar la esclavitud, no puede esconder su cruel realidad, en todo su conjunto, como la que muesta el horrible mondo Adiós Tío Tom. Si alguien quiere denunciar la esclavitud, también debe centrarse, como se hace en I am Slave, en la explotación de las mujeres (doble o triplemente humilladas, como ha demostrado Stephen Jay Gould en su ensayo “La Venus Hotentote”, de La sonrisa del flamenco). O en La Noire de..., de Ousmane. En todo caso, si alguien quiere denunciar la crueldad que implica la esclavitud, que no crece sino gracias a miles o millones de pequeños hijos de puta que la permiten y se aprovechan de ella, debe denunciar el fenómeno tal y como se sigue haciendo en la actualidad. No hay que ir al pasado para eso. En cualquier caso, la película tiene la mezcla exacta de suspense, esperanza y emoción para entretener al público bienpensante, como algunas películas de Steven Spielberg.

2 comentarios:

  1. una crítica brillante, Zineface! soy un poco especialista en el tema y tus palabras me han llegado al corazón. aunque no he visto la película y en este momento no tengo pensado verla, el tema es apasionante. creo que se sabe muy poco o nada tanto de la esclavitud como de la moda o costumbre, o como se quiera llamar el fenómeno de exponer a seres humanos como objectos y hacer todo tipo de experimentos con ellos. en GB en un momento determinado fue algo común. estos temas se estudian por la teoría post-colonial que como otras muchas cosas brilla por su ausencia en las universidades de donde yo vivo. es difícil comprender por lo que han pasado esta gente por ser de otra raza, pero, para mi, lo peor es la humillación. cuando vea la película, te comento lo que me ha parecido. un abrazo y gracias!

    ResponderEliminar
  2. Estimado Anónimo: Zineface te da las gracias de cinezón por tus palabras. Totalmente de acuerdo con lo que dices, por cierto. Hay un libro extraordinario, de Sven Lindqvist, titulado "exterminad a todos los salvajes" que hace un recorrido histórico-biográfico por las pulsiones humanas para humillar y para someter a otros seres humanos. Lo curioso es que seguimos haciéndolo, y la Razón, la Verdad, la Justicia, no sirven para nada. Ni la Ilustración, ni la Modernidad, ni el Cristianismo. Spinoza lo decía muy claramente: solo otra pasión puede frenar a una pasión. En fin, que la película se puede dejar de ver o, en todo caso, posponer perfectamente. No te preocupes. Pero Zineface esperará tus comentarios para cuando la veas, claro está! Un abrazo también para ti y, de nuevo, muchas gracias por tus emotivas palabras.

    ResponderEliminar