Howard Zinn, en su enormemente popular A People’s History of the United States,
dejó escrito que los españoles y los portugueses conquistaron las tierras y las
gentes del Nuevo Mundo de una forma violenta y descarnada. Para ello, en buena
medida, contaron también con la presencia hipócrita de la Iglesia y con las
aspiraciones mercantiles de los conquistadores. Lo mismito fue denunciado, en
tiempos, por Bartolomé de las Casas. En este clásico del cine de Herzog, rodado
en 1972, Lópe de Aguirre y Gáspar de Carvajal se embarcan con un grupo de
soldados españoles para descender el Paraná, desde el Perú, hacía las enormes
extensiones de las selvas Amazónicas. Su objetivo es encontrar El Dorado y sus intenciones pasan por
conquistar tierras, apresar enemigos de la corona y encontrar oro con el que
hacerse ricos y adquirir poder. Sin embargo, el viaje no sale como estaba
planeado y la muerte y la locura comienzan a hacer acto de presencia. Werner
Herzog dirige una de esas historias tan queridas por el tipo de cine crudo que le gusta hacer, sobre una leve
estructura narrativa que deja espacio a la reflexión y al ensueño y donde se van
introduciendo elementos experimentales y documentales. Klaus Kinski compone un
personaje a la altura de su paroxística personalidad y carisma, parco en
palabras pero rico en ambiciones. Cinematográficamente hablando, la película
muestra fallos de guión, de montaje e, incluso, de iluminación pero la fuerza
de las imágenes y de las localizaciones así como la naturalidad de varias de
sus escenas borran la marca de sus errores y la hacen destacar dentro del cine alemán de la época. En la misma línea temático-artística, Herzog rodaría, junto
a su conflictivo muso (Klaus Kinski), Fitzcarraldo
y Cobra Verde. Por su parte, el film
de Saura El Dorado, debe algo de sus
mejores logros a esta película de Herzog.
Muy interesante la pastilla. Apuntada! Gracias!
ResponderEliminarQuerido Anónimo: muchas gracias por tu comentario! La verdad es que es una película complicada, como muchas de Herzog, por lo que, probablemente, o te guste o te disguste, casi sin posibilidad de términos medios.
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