Tras sus dos celebradas incursiones en el mundo del film noir con la Warner Brothers, Rio Rojo constituye el primero de los cuatro ríos que el gran Howard Hawks
rodó como homenaje a los pilares del Western
y a su particular universo fílmico, con un enorme John Duke Wayne y un debutante Montgomery
Clifft como protagonistas, y con un nutrido grupo de característicos (entre
ellos Walter Brennan, Joanne Dru, John Ireland y los Harry Carey, padre e hijo).
La historia es tan arquetípica como el regreso de Odiseo a Ítaca: un ganadero, su
hijo adoptivo y un grupo de cowboys tienen
que trasladar un enorme rebaño de vacas a Missouri porque la Guerra de Secesión
ha hundido los precios en el estado del que proceden, Texas. Sin embargo, los pormenores
del accidentado viaje transcienden la naturaleza primigenia del argumento y
convierten a Río Rojo en un acertado retrato psicológico y en una grandiosa
película sobre el esfuerzo personal, la camaradería, el espíritu de superación,
el amor y los conflictos intergeneracionales, con el pulso de la épica
recorriendo toda la narración y latiendo casi en cada fotograma, en cada
escena, en cada línea de diálogo. Excelente equipo de profesionales: Bernard
Chase, Dimitri Tiomkin, Russell Harlan, Christian Nyby y dos dobles no
acreditados: los siempre excelentes actores Ben Johnson y Richard Farnsworth, junto a Shelley Winters. Baz Luhrmann adaptaría esta historia en Australia (2008).
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