lunes, 9 de abril de 2012

Los Inmortales

3*
Dedicada a J.Ignacio Gallego
Connor MacLeod (Christopher Lambert) vive torturado por haber perdido al amor de su vida. Además, una inquietud silenciosa le persigue como consecuencia de su lucha perenne contra el mal, representado en la figura del Kurgan. Sin embargo, su principal desasosiego proviene de su inmortalidad, lo que le sitúa en el centro de un selecto grupo de seres indestructibles que, a causa de una maldición, deben decapitarse entre sí hasta que sólo uno de ellos sobreviva. El director australiano Russell Mulcahy, especialista en pergeñar vídeos musicales cardados, dirigió esta historia de ciencia ficción metafísica, tenuemente inspirada en la figura vampírica, sobre el enfrentamiento entre el bien y el mal y ambientada en las tierras altas de Escocia (de ahí su título original, Highlander), en una de las líneas argumentales, y en el Nueva York conservador de Reagan, en una segunda línea cronológica. Con una estética y un estilo demodé, vigorosamente heredero de la década de los ochenta (esa mezcla de gabardina y deportivas blancas; ese montaje de videoclip), y plagado de errores y anacronismos, la historia acaba derivando en una fábula maniquea sobre la violencia, donde lo más interesante es, sin duda, la composición del personaje de Sean Connery (ese espadachín español que responde al nombre de Juan Ramírez Sánchez Villalobos, nada menos) y la estupenda BSO de Queen, la banda británica creadora del desgarrador Who Wants to Live Forever, además de varias escenas fuertemente icónicas. Por su parte, Lambert obsequia al espectador con varias miradas de loco que favorecen convenientemente a la historia.
-->


3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. En primer lugar queria agradecer tu dedicatoria no sin realizar alguna pequeña critica a tu comentario. Comienzas diciendo que nuestro protagonista Conner McLaud,tambien conocido como Rushell Nash, vive atormentado por haber perdido al amor de su vida,Heather, que evidentemente, no era inmortal. Pero, a mi modo de ver, su temor se basa en la posibilidad de volver a enamorarse y sufrir otra perdida, pero, querido amigo, el tiempo todo lo cura y màs despues de cuatrocientos años. Esa referida posibilidad surge con la figura de la inspectora de policia y experta en espadas antiguas, Brenda Wyatt. El otro foco de tormeto para nuestro protagonista es la tensión producidad por las inminente lucha final contra el Kurgan, para la que había sido preparado por el espadero mayor del rey español Carlos I, Juan Ramirez Villalobos,y de origen egipcio, genialmente interpretado por Sean Connery.

    El argumento, a pesar de la originalidad del mismo, sigue la tradición de la lucha entre el bien y el mal,como bien dices, lo cual no le otorga un caracter revolucionario, pese a su buena acogida en taquilla y sus no tan existosas secuelas. Y todo ello bajo un ambiente claramente ochentero que le da una atmosfera romántica.

    En cuanto a los actores, la enorme figura de Connery destaca sobre la de un buen Cristopher Lambert, rodeado de un helenco de actores no demasiado conocidos, pero eficientes.

    De la banda sonora solo diré dos palabras:¡ im-presionante!

    ResponderEliminar
  3. Es un orgullo tener lectores como tú, J.Ignacio! Así que no hace falta que me des las gracias: el placer es mío. Por otro lado, no te falta razón y es verdad que la inspectora de policía despierta a Connor de ese letargo sentimental en el que estaba pero, sinceramente, no creo que sea lo que hace avanzar la historia. De hecho, la escena final parece una apostilla innecesaria y romanticona, tras la última batalla con el Kurgan, después de varios encuentros "postergados". Por otro lado, recuerda que Los Inmortales no tuvo mucho éxito en taquilla: fue el mercado del vídeo en el que le dió el éxito que merecía. Mil gracias por tu comentario! Seguiremos...

    ResponderEliminar