Las más
importantes pandillas de Nueva York han sido citadas al norte del Bronx para
escuchar la propuesta de uno de sus líderes, Cyrus. Tras la reunión, Cyrus es
asesinado y los Warriors son acusados
del crimen, aunque en realidad ha sido el cabecilla loco de los Rogues. A partir de ese momento, los Warriors tienen que atravesar la ciudad
para llegar a su barrio, Coney Island, esquivando y enfrentándose a todas las
bandas que pretenden atraparlos. Curiosa y violenta epopeya urbana, de aire westerniano, dirigida con
acierto por Walter Hill tras sus estupendos El luchador y The Driver, adaptada
de la novela escrita por Sol Yurick sobre la Anábasis de Jenofonte, y con la violencia y la lucha por la
supervivencia como leit motiv de la
historia. Fue rodada en un clima social único (de exagerada y sensacionalista
preocupación por la seguridad ciudadana), que fue moldeado en todo un subgénero
cinematográfico muy de moda en la época. Meritoria puesta en escena (en un
Nueva York nocturno, semi desértico e inquietante) y soterrada fotografía para
una película que servirá de inspiración a otras cintas como 1997. Rescate en Nueva York (Jon
Carpenter) y a videojuegos, aunque tanto el guión como las interpretaciones no
destaquen precisamente ni por su brillantez ni por su credibilidad. Pero es que
la excusa argumental no necesitaba más. De hecho, In the City, el tema de los Eagles
con el que finaliza la película, lo dice bien claro: en la ciudad, de lo que se
trata es de sobrevivir.
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